La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó ayer contra “bajar la guardia” en Europa, al confirmar que en el continente sigue la tendencia a la baja de nuevas infecciones de COVID-19 y recordar que sus sistemas sanitarios se enfrentan a una “tarea monumental”.

El director regional para Europa de la OMS, Hans Kluge, confirmó que la tendencia en el continente es decreciente “por quinta semana consecutiva” y que, según los últimos datos disponibles, las nuevas infecciones semanales bajan del millón por primera vez desde septiembre pasado.

Kluge indicó que la región europea ha alcanzado los 37 millones de casos y casi 830.000 muertes, y precisó el número de decesos desciende por tercera semana consecutiva.

“La transmisión en la mayor parte de la región ha empezado a bajar. Europa ahora tiene una proporción decreciente de la carga global de enfermedad y mortalidad, actualmente con el 28% de nuevos casos y el 21% de nuevas muertes”, dijo Kluge.

“A pesar del panorama general alentador, la mejora epidemiológica puede dar una sensación de seguridad que se traduzca en decisiones apresuradas que, a su vez, conduzcan a un rebrote de casos”, señaló Kluge. Según el responsable de la OMS, los trabajadores del sector sanitario han sido ya vacunados en una media del 19% en los veinte países de los que tiene datos en Europa. “A medida que más sanitarios estén inmunizados, crece la capacidad de abordar las cirugías retrasadas, las quimioterapias canceladas y las campañas de vacunación suspendidas. Ahí es donde tenemos que orientar el foco”, añadió.