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La vacuna redujo los contagios de COVID en residencias gallegas a la cuarta parte

Una mujer recibe la vacuna contra el COVID en la residencia Xardín da Rabeda, de San Cibrao das Viñas. | // IÑAKI OSORIO S. De la Fuente

Los expertos en Epidemiología del Sergas ya detectan un descenso muy evidente en los positivos de COVID-19 en las residencias de Galicia. Y es gracias a la vacuna. La alta incidencia acumulada (IA) en estos centros, que llegó a alcanzar los 1.700 casos por 100.000 habitantes en siete días, comenzó a desplomarse el 24 de enero, justo pasada una semana de comenzar a inyectarse la segunda dosis de la vacuna de Pfizer, cuya máxima protección se adquiere precisamente transcurridos 7 días de la segunda inyección. El dato del pasado 7 de febrero era de unos 400 casos de IA a 7 días, menos de la cuarta parte de los 1.700 del pico del 24 de enero.

La incidencia comenzó a desplomarse a los 7 días de inocularse la segunda dosis, cuando se adquiere la protección | Pasó de 1.700 casos por 100.000 habitantes a cerca de 400

“Esto no puede ser otra cosa que el efecto de la vacuna”, confirma a FARO Raquel Zubizarreta, subdirectora xeral de Información sobre Saúde e Epidemioloxía de la Consellería de Sanidade, que apunta al mayor descenso de casos entre los usuarios de residencias mayores de 65 años si lo comparamos con la bajada entre los no residentes de la misma franja de edad: mientras la curva de los residentes describe un descenso del 10.2 por ciento, la de los no residentes registra una bajada de solo el 4,9.

La diferencia entre las caídas se percibe también claramente en la estadística de casos activos (personas que pasan la infección). El 24 de enero, Galicia registraba un total de 18.992 casos activos, y el dato de ayer, 11 de febrero, es de 16.643. La reducción ha sido del 12,37 por ciento. Sin embargo, la reducción de casos activos entre los usuarios de residencias ha sido del 41,3 por ciento, al pasar de 446 el 24 de enero a 262 ayer.

Para Raquel Zubizarreta, el descenso de contagios observado “es coherente con la información de otros países y lo que sabíamos de la vacuna”. La experta en vacunas confirma que la vacunación en residencias de mayores está prácticamente terminada y tan solo quedan “flecos” de algún centro que recibió la primera dosis más tarde porque había positivos o estaban en pleno brote.

"Produce los mismos efectos adversos que la de la gripe, quizá más frecuentes"

Raquel Zubizarreta - Epidemióloga del Sergas

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Raquel Zubizarreta - Epidemióloga del Sergas

Respecto a los efectos adversos de la vacuna, desde el centro Nacional de Farmacovigilancia no se ha verificado ningún efecto secundario inesperado que no figure en la ficha técnica y no se haya verificado en los ensayos clínicos. Tampoco ninguna reacción adversa grave. “Hemos tenido las esperadas: dolor, enrojecimiento en el lugar de la inyección, cansancio, malestar... Produce los mismos efectos adversos que la de la gripe, quizá algo más frecuentes, pero no más graves”, aclara.

Durante el periodo de vacunación se han producido fallecimientos, como es previsible estadísticamente para una población de avanzada edad y alta incidencia de patologías previas, pero en absoluto son atribuibles a las vacunas. La experta en salud pública recalca que “biológicamente no es plausible que la vacuna produzca una muerte” y distingue entre “casualidad” y “causalidad”: “Si vacunas a todas las residencias en cuatro semanas tienes que tener por seguro que, por estadística, morirá alguna persona al día siguiente de vacunarse o a los dos días. Ha ocurrido, pero no son muertes son achacables a la vacuna –subraya–. Tenemos personas muy enfermas. Una de las que falleció tenía una enfermedad cancerosa y estaba al final de su vida”.

Y ahora, después de que todos los usuarios de residencias hayan recibido las dos dosis de vacuna y hayan pasado los siete días indicados para adquirir la protección, ¿los podrán besar y abrazar los familiares que vayan a visitarlos? La subdirectora de Epidemioloxía del Sergas admite que esta es “la pregunta del millón”, pero se inclina por la respuesta negativa. “Son personas muy vulnerables y la eficacia de la vacuna es del 95%. No todos los vacunados están inmunizados –recuerda–. Es verdad que desciende muchísimo el riesgo de poderte contagiar, pero no desaparece. Aplicamos el principio de precaución, porque la seguridad no es del 100%”.

La semana que viene se reunirá el comité clínico y analizará si se podrán aliviar las restricciones de las residencias gallegas en cuanto a visitas, paseos y salidas, una flexibilización que ya se aplicará en Cataluña a partir de mañana.

Raquel Zubizarreta reafirma la estrategia de la Xunta de no recurrir a grandes recintos, como estadios o pabellones deportivos, para administrar las vacunas, algo que sí se ha planteado en Madrid y Cataluña. Se confía en los centros de salud y los puntos de atención continuada (PAC) para vacunar a aproximadamente 234.000 gallegos mayores de 80 años hasta principios de mayo, según el plazo estimado ayer por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

Simón Espinosa | Pinche en en la imagen para ampliar

“La idea es vacunar a tope con la disponibilidad de dosis que haya –explica Raquel Zubizarreta–. Si tuviéramos millones de vacunas igual recurríamos a grandes recintos por la rapidez de la vacunación, pero la vacuna de Pfizer llega al ritmo que llega, de la de Moderna no nos han confirmado ni las fechas ni el número de dosis que van a llegar, y la de AstraZeneca no se puede poner en ese grupo de edad”, lamenta.

Sin embargo, la limitación de la vacuna de AstraZeneca a menores de 55 años podría retirarse si, tal como apuntó ayer la ministra de Sanidad, Carolina Darias, los ensayos clínicos realizados en Estados Unidos confirman su eficacia para grupos de mayor edad. Galicia también cambiaría el criterio. “Lo más probable es que tenga una buena efectividad también en los mayores”, prevé la epidemióloga del Sergas, que añade que si no se administra a mayores es por un principio de precaución, al haber una muestra de población de mayores de 55 años muy pequeña en los ensayos clínicos previos a la autorización de esta vacuna.

Por ese principio de precaución se decidió también administrar las dos dosis a los mayores que pasaron la infección, pese a que dos estudios sugerían que una sola dosis en seropositivos producía un pico de anticuerpos 20 veces mayor que una persona seronegativa con dos dosis. “Los estudios fueron realizados con muy poca muestra y gente muy joven”, precisa Raquel Zubizarreta.

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