“Los libros no son islas. En apariencia, son objetos inanimados, pero están tan enraizados en el contexto social que se convierten en seres vivos y se transforman”. Con estas palabras se refirió Juan Tallón (Vilardevós, Ourense, 1975) a las novelas, durante la charla-coloquio del Club FARO, en la que presentó su última novela, “Rewind” (Anagrama). En esta, el periodista y escritor explora un suceso traumático (la explosión en un edificio de Lyon donde varios jóvenes estudiantes Erasmus de distintas nacionalidades dan una fiesta) desde distintas perspectivas a través de cinco narradores, víctimas y testigos. “Rewind” indaga en la posibilidad o imposibilidad de rebobinar, en los fantasmas personales, en los golpes de azar, en la persona que al final no somos, en los secretos que deben o no deben contarse y en la capacidad de las personas por rehacerse cuando se rompen.

Haciendo gala de su incisivo humor, Tallón explicó cómo concibe el proceso creativo y reconoció que no es un escritor de zonas de confort, sino todo lo contrario. “No estoy nunca en una posición favorable para escribir un libro y esto me favorece. No sentirme en la comodidad de saber que domino las herramientas para escribir la novela es motivador. A mí me no me estresa; me motiva pensar que no voy a ser capaz de escribir la novela”, explicó en Auditorio del museo MARCO.

Esto explica por qué cada una de sus novelas trata un tema diferente con un estilo y un género distintos y por qué su próximo libro, en el que está inmerso en estos momentos y que lleva construyendo en su cabeza diez años, dijo, no tendrá nada que ver con ninguno de los anteriores. “Es una historia que quería contar hace mucho tiempo, pero para la que no tenía las herramientas necesarias”, dijo. Tallón reconoció que en su caso, los algoritmos no funcionan. Solo hay un elemento que, reconoce, está presente en todos sus textos y que lo seguirá estando: el sentido del humor. “Es imposible vivir sin humor”, aseveró.

Para él, tan importante como la historia que se narra es el cómo se cuenta y este punto es el que aborda primero ante cada nuevo reto literario. En el caso de “Rewind” (rebobina), lo que interesaba era narrar una misma historia desde cinco puntos de vista diferentes. “El hecho es el hecho, pero la percepción varía según cada uno”, explicó. Y esto es, precisamente, lo que demuestra en “Rewind”, donde mantiene al lector en vilo dosificando la información que van facilitando al lector los distintos narradores a lo largo de las 209 páginas de esta novela.

Durante la charla-coloquio, que presentó la periodista Guada Guerra, Tallón fue adentrándose en los entresijos de esta novela coral, que entrelaza diversas tramas trasversales, a veces descarnadas, en torno al suceso principal, que es esa explosión de ese piso francés que lo impregna todo y las consecuencias que tiene en los distintos narradores, que retroceden tres años –de 2013 a 2010– para rememorar lo que sucedió aquel fatídico viernes del mes de mayo. “Cuando vives algo impactante, es imposible sacártelo de la cabeza. Vuelves una y otra vez a ese suceso”, afirmó.

“Rewind” habla de la fragilidad de la vida y de cómo un golpe inesperado puede trastocarla de repente. No tiene por qué ser algo tan traumático como una explosión. La pandemia del COVID-19 también ha puesto boca abajo las vidas de millones de personas en el planeta. “Cuando oíamos los primeros casos en China no nos imaginábamos que pudiera llegar aquí y, de repente, en una semana, estábamos confinados”, relató.

Esta novela, que salió publicada apenas un mes antes del estado de alarma, quedó como congelada en las estanterías, como la vida misma. Ahora se presenta como un vaticinio de cómo la vida puede cambiar y cambiarnos de un día para otro. “Nadie va pensando por ahí que de repente su vida puede acabarse, pero lo cierto es que es así”, afirmó.

“Cuando eres joven crees que la vida es un cheque en blanco”

Juan Tallón escoge a unos estudiantes de Erasmus para contar esta historia de vidas rotas porque esta etapa es, quizá, la más ilusionante, en la que el individuo se siente más feliz, pleno e invencible. “Cuando eres joven crees que lo sabes todo, que nadie puede decirte nada que tú no sepas. Tienes la convicción de que no puede pasarte nada malo, de que eres invulnerable y de que la vida es un cheque en blanco”, afirmó. Nada más lejos de la realidad. A los personajes de “Rewind” les llega el peor golpe de su vida en el momento de mayor plenitud. Pero ¿por qué se produce esa explosión que lo trastoca todo en un segundo? Esa es la pregunta con la que el escritor mantiene el interés del lector. “Los libros siempre cuentan al menos dos historias: la que aparece explícitamente y la otra, que es la que no se cuenta. En este caso, se trata de no contar para que el lector siga haciéndose esta misma pregunta hasta el final”, comentó. Tallón reconoció que la trama de “Rewind” podría haberse desarrollado en la urbe de otro país, entre ellos, España. Sin embargo, escogió Francia porque muchas de las cosas que suceden en la novela resultan muy verosímiles allí. “Aportaba credibilidad a la trama”, señaló el invitado de Club FARO. Aunque aseguró que actualmente no es necesario que el escritor se desplace al lugar donde se desarrolla la historia, él sí fue a Lyon, pero cuando ya había finalizado la primera versión del libro. Lo hizo, explicó, siguiendo la estela de Álvaro Cunqueiro cuando viajó a Bretaña para ver cuánto grado de acierto tenían sus “Crónicas de Sochantre” sobre aquella región. “Yo fui para comprobar qué había que ajustar y qué no tenía sentido en la novela”, añadió. Para Tallón, los libros no tienen una única lectura y a veces, se convierten en un espejo. “La literatura tiene un poder: nos cuenta hechos, personajes y mundos que no existen, pero a otro nivel nos está contando la verdad”, aseveró. En cuanto a los personajes de “Rewind” aseguró que no guardan similitud con él, aunque sí reconoció que comparten algunos “pequeños detalles” que al final, añadió, puede que sean los más importantes a la hora de definirlos.