Es una cuestión de cambiar la perspectiva: ver la inmigración como una oportunidad en lugar de verla como un problema. “Si el mensaje que se lanza, que escuchamos es: nos van a robar el trabajo o va a haber dificultades en la convivencia... son elementos venenosos. Sin embargo, si veo una persona, con sus capacidades, veré una oportunidad”, expresa Sergio Barciela, del equipo de Migraciones de Cáritas Española, que ayer impartió una charla en el Club Faro sobre “Inmigración: Retos y Desafíos”. “Tenemos que cambiar los corazones, aunque suene así, profundo, pero es verdad. Cambiar nosotros, individualmente, para después cambiar la percepción de nuestras familias y de nuestros entornos hacia los inmigrantes y la inmigración. Y de este modo podrán cambiar las políticas de inmigración, porque realmente las normativas sobre inmigración de cada país son un reflejo de lo que opina la ciudadanía”, argumentó Barciela.
“Hay bibliotecas enteras que prueban que la inmigración es positiva”, añadió el profesor, licenciado en Derecho (de formación académica) y vinculado al mundo de las migraciones desde hace mucho tiempo (ha tenido la oportunidad de trabajar durante siete años en Guatemala y Honduras) y forma parte del equipo de migraciones de Cáritas Española, lo que le ha permitido conocer y acompañar proyectos en todo el país. Y se refiere Barciela al ámbito económico y también al social, cuando habla del balance positivo de la inmigración.
“Se trata de revertir esos mensajes negativos. Además, suele pasar lo siguiente: dime lo que piensa la ciudadanía y sabrás el marco jurídico de ese país con respecto a este tema, por eso es tan importante cambiar la visión”, añadió Barciela, que lamentó que “saltarse los tratados internaciones sea tan fácil”. Alertó de los acuerdos de Europa con países como Turquía o Libia (para expulsar o devolver personas refugiadas), en el sentido de que hay que tener en cuenta si los países con los que se llega a acuerdos respetan los derechos: “no se puede externalizar el control de fronteras y mirar para otro lado”, apuntó Barciela, que fue presentado por Silvia Costas Farhat, abogada del departamento de Inmigrantes de Cáritas Española.
Y Barciela añadió una cuestión que considera evidente: “cuanto más difícil sea llegar aquí más negocio para las mafias y más sufrimiento para las personas”, dijo. Indicó también que más de la mitad de las muertes de inmigrantes en el mundo se produjeron en el Mediterráneo. Según el profesor: “en estos momentos en España no hay un marco legal y tampoco hay un marco económico con fondos para este asunto, acorde con la importancia que tiene”.
Puso el foco Barciela en la aportación de los inmigrantes a la economía del país, con cifras de su actividad en sectores como la agricultura, la hostelería o los servicios en el hogar. “Durante la pandemia ha sido crucial el papel de los inmigrantes sobre todo en el tema de la agricultura”, indicó el experto. Y también subrayó otro punto positivo: “España es el segundo país de la UE en el que más dinero se envía a los países de origen, a las familias”. Por todo ello Barciela animó a lanzar un mensaje más humano, más ético y optimista sobre la inmigración. “Además, en España somos 47 millones de habitantes: el 18% es de origen extranjero. Quiero decir con ello que tiene cabida la diversidad y hay que verla como algo bueno”, destacó.
Otro de los problemas a los que se enfrentan en la actualidad es la renovación de la situación de los migrantes en el país. Los requisitos que se piden hace difícil renovar los papeles. Cáritas plantea unas propuestas volcadas en las personas migrantes más vulnerables, para flexibilizar las condiciones y criterios de renovación, modificación y prórroga de las autorizaciones de residencia y/o trabajo de la vigente legislación de extranjería para impedir la irregularidad sobrevenida.
Deniegan el 70% de solicitudes de refugio
“El 70% de la gente que pide refugio en España recibe una negativa por respuesta”, expresó Sergio Barciela. Y aseguró que está pendiente el reglamento de la Ley de Asilo. “Seguimos a la espera de la aprobación del reglamento de la Ley de Asilo. Y son ocho años ya de espera”, añadió Barciela. Se refirió a las personas que consiguen llegar a España, en este caso: “los que llegan son los más capacitados, los más aptos, con más iniciativa”, indicó el experto, refiriéndose a la dureza de las condiciones para poder llegar a otro país que no es el suyo en busca de un futuro para ellos y para sus familias. “Mantienen el desarrollo de nuestras sociedades y mandan dinero a sus países de origen”, dijo.
Un buen modelo de integración es el de Canadá
En Francia el modelo de integración no ha funcionado. “Hay un problema de identidad cultural que se percibe sobre todo en las segundas generaciones”, comentó Barciela. “¿Y hay algún modelo de integración y convivencia que haya funcionado?”, preguntó la abogada y presentadora de la charla de ayer Silvia Costas. “El modelo de Canadá, que es bidireccional, de esfuerzo por parte de ambos, de los que llegan y de los ya están.Además, se incentiva el encuentro, la convivencia y eso lleva a una buena integración”, expresó Barciela.
El discurso “racista” de la extrema derecha
“Creo que los españoles somos tolerantes”, expresó Barciela, que destacó la postura del Papa en esta cuestión de la inmigración, apelando a la parte humana y a la ética. “Han surgido partidos de extrema derecha con un discurso muy racista y es muy peligroso porque es todo lo contrario a lo que debe ser”, afirmó Barciela. También consideró fundamental el tema educativo en cuestión de respeto, de diversidad, de convivencia... “Y los medios de comunicación también tienen un papel muy importante. Al final es una responsabilidad de todos y cada uno de nosotros. Recuerdo una campaña que decía: ‘Tumba el prejuicio de tu cuñado’”, apuntó.
