Los resultados preliminales de esta investigación, vinculada al registro SEMI-Covid-19, que han sido publicados en el “Journal of Clinical Medicine”, muestran cómo uno de los grupos engloba a pacientes con alto riesgo de ingreso en UCI y mortalidad y mal pronóstico y otro, por el contrario, a pacientes con buen pronóstico y bajo riesgo de fallecimiento.
Los pacientes que presentan solo fiebre, tos y disnea, así como los que también tienen vómitos y diarrea; y los que sufren artromialgia (dolor en articulaciones y/o músculos), dolor de cabeza y dolor de garganta son los de peor pronóstico a priori. En cambio, los que presentan síntomas como los de un resfriado común o con clara pérdida de olfato y gusto son los que tienen mejor pronóstico.
El objetivo de este estudio, realizado tras analizar 12.066 pacientes hospitalizados, era identificar los diferentes fenotipos clínicos en la neumonía asociada a Covid-19 mediante el análisis de conglomerados y evaluar el impacto pronóstico entre los segmentos identificados en dichos pacientes. La mayoría de dichos pacientes eran hombres (58,5%) y caucásicos (89,5%), con una edad media al diagnóstico de 67 años. Las principales comorbilidades previas al ingreso fueron hipertensión arterial (50%), hiperlipidemia (39,4%) y diabetes mellitus (19,2%).
El primer grupo (C1), que incluyó a 8.737 pacientes con los tres síntomas clásicos: fiebre, tos y disnea, fue el más grande y numeroso (72,4% de los que participaron en el estudio). El perfil más repetido en este caso era el de un hombre de edad avanzada y con mayor prevalencia de comorbilidades. El tiempo entre el inicio de los síntomas y la admisión hospitalaria también fue más corto que en los otros grupos identificados. Uno de cada 10 pacientes requirió ingreso en UCI y el 24,1% falleció, lo que representa la tasa de mortalidad más alta de los cuatro grupos.
El segundo grupo (C2), con 1.196 personas (el 9,9% del total), presentó ageusia (falta de gusto) y anosmia (pérdida del olfato) a menudo acompañadas de fiebre, tos y/o disnea. Este grupo mostró el menor porcentaje de ingreso en UCI y de mortalidad (4,3%).
El tercer grupo (C3), con 880 pacientes (7,3%), tenía artromialgia –dolor en articulaciones y/o músculos–, dolor de cabeza y dolor de garganta, que a menudo también se acompañaba de fiebre, tos y/o disnea. Hasta el 10,8% de los pacientes C3 requirieron UCI y un 14,7% fallecieron.
El cuarto (C4), con 1.253 pacientes (10,4% del total), presentó diarrea, vómitos y dolor abdominal, a menudo acompañados de fiebre, tos y/o disnea. De estos, el 8,5% requirió ingreso en UCI y el 18,6% falleció, la segunda tasa de mortalidad más alta de los cuatro grupos.
La media de días desde el inicio de los síntomas de Covid-19 hasta el ingreso hospitalario del paciente fue de 6,7. La tríada de fiebre, tos y disnea estuvo presente de manera casi uniforme en los cuatro grupos clínicos identificados entre los pacientes estudiados.