La creación, en 1970, de catorce parroquias al mismo tiempo supuso un hito en la historia de Vigo, según Marta Vilas. La arquitecta repasó la historia y la reorganización parroquial de Vigo y su arquitectura religiosa para mostrar lo que esto supuso respecto a la evolución de la diócesis de Tui-Vigo hasta ese momento. Y aunque explicó que esta creación simultánea de templos no constituye una singularidad respecto a lo que estaba sucediendo en el resto de España en aquella época, ya que el Concilio Vaticano II supuso una "verdadera transformación y duplicación de las parroquias en la mayoría de las ciudades españolas", dijo, sí lo fue y continúa siéndolo en Vigo.

"Es un hecho singular en la ciudad porque se trata de la creación de muchas parroquias a la vez y no se ha vuelto a hacer después", aseguró Vilas, doctorada por la Escuela Técnica Superior de A Coruña y autora de la tesis "Arquitectura parroquial y desarrollo urbano en Vigo en el siglo XX", en la conferencia que impartió en el Club FARO, que fue presentada por el sacerdote y periodista Alberto Cuevas en el salón de actos del MARCO.

La creación de estas 14 nuevas parroquias está pareja con el crecimiento que está experimentando la ciudad en la década de los setenta. "El Vigo de 1970 ya no es el Vigo de principios del siglo XX, que va a pasar de ser una pequeña población vinculada a la costa, cuya actividad económica está centrada en la pesca, a una ciudad que a partir de los años de recuperación de la posguerra está en plena expansión y cuya economía está amparada en el desarrollo industrial", explicó la ponente.

Este crecimiento también estuvo impulsado por la unión en 1908 al ayuntamiento de Bouzas y en 1941 al de Lavadores, que es cuando el municipio de Vigo adquiere su extensión actual. Y si el Vigo de los setenta poco tenía que ver con el de principios de siglo, lo mismo sucede con la diócesis, que en 1959 pasa a ser la diócesis de Tui-Vigo, con sede en Tui y una segunda sede en Vigo, con la colegiata de Santa María de Vigo (hoy basílica) como concatedral. "De la antigüedad de la red parroquial de lo que es hoy la ciudad de Vigo es testigo la cantidad de vestigios de iglesias románicas que quedan en la parroquia", afirmó la experta, que añadió que lo que cambia de la estructura de la diócesis en el siglo XX es la zona de Vigo centro, la más impactada por el proceso de urbanización.

A lo largo de su exposición, la arquitecta fue explicando algunos de los templos más sobresalientes o singulares de Vigo, deteniéndose en aquellos rasgos que los distinguen. Entre las iglesias comentadas se encuentran la de San Francisco, Sagrado Corazón, Nuestra Señora de Fátima, Santo Cura de Ars y la de Sampaio de Lavadores, y mostró algunos proyectos arquitectónicos que no llegaron a fraguarse; la mayoría de las veces por problemas con las licencias municipales. "El urbanismo de Vigo es complejo por naturaleza y nacimiento", manifestó.

La ponente destacó especialmente la significación de la basílica de Santa María y la iglesia de Santiago de Vigo. "Santa María de Vigo es uno de los templos más destacados del neoclásico gallego", aseguró la arquitecta, quien también destacó el valor arquitectónico de Santiago de Vigo, de estilo neogótico.

También recordó a alguno de los arquitectos que construyeron obra religiosa en la ciudad, como Joaquín Saldaña, Antonio Palacios, Antonio Cominges, Xosé Bar Boo, Román Conde y Desiderio Pernas.

"Si bien la arquitectura religiosa de Vigo no destaca en el conjunto de la arquitectura nacional, sí que es una arquitectura que ha aportado mucho a la forma de urbanización de la ciudad y a su modernización".