Cuando Luís Peixoto conoció a Saramago, este era una persona ya de cierta edad, teniendo en cuenta la diferencia generacional entre ambos. "Claro, yo lo recuerdo como una persona muy segura, sin dudas. Y eso es lo que solemos pensar de los escritores ya consagrados. Pero ellos también pasaron sus momentos y tuvieron sus fragilidades, miedos, les faltaba la palabra exacta para escribir... hacían cosas buenas y malas como hace cualquier ser humano", expresó Peixoto. "Todos tenemos dudas y si no dudamos es que no nos hacemos las preguntas suficientes", añadió. Comentó que, tras el Premio Literario José Saramago, que recibió con solo 26 años, su vida cambió y pudo dedicarse a la escritura. "Con 30 años yo ya veía mi nombre escrito entre autores portugueses muy importantes y eso me impactó mucho", apuntó.