"El único territorio de la península ibérica con entidad propia para reclamar una historia nacional es el Reino Suevo de Galicia. Es el único. Ni Navarra, ni País Vasco, ni Cataluña. Esta última mucho menos porque es una suma de condados que no tienen una historia común más que la que se han inventado. El único lugar de la península con derecho histórico real es el Reino de Galicia". La aseveración no pertenece a ningún charlatán sino a uno de los escritores españoles de novela histórica que más trabajan el rigor en sus obras: el lucense Francisco Narla, que ayer presentó su último libro, "Fierro", en Club FARO.

La idea tampoco es nueva. La serie documental "O reino suevo de Galicia" -el programa más visto en la web de la Compañía de Radio Televisión de Galicia (CRTVG) en 2019, dirigido por Simón Casal- exploraba esta tesis defendida por historiadores y profesores universitarios no solo gallegos sino incluso extranjeros que defendían que fue el primer reino de la Europa occidental.

Pero Francisco Narla -Premio Edhasa de Narrativas Históricas y autor de obras como "Dónde aullan las colinas" o "Los lobos del centeno"- enfocó su coloquio con el escritor Teo Palacios y el librero Xurxo Patiño en la Reconquista, el espacio temporal en el que se mueve el protagonista de su última entrega, Fierro, que él describe en el libro como "un pedazo indeciso de tierra maldita".

Resaltó que se trata de una historia de amor y de venganza, de un hombre que estaba solo en la frontera entre moros y cristianos, "sin un lugar donde vivir". Al protagonista, le gustaría "estar muerto" ya que ha perdido todo, su amor, sus seres queridos, por una guerra que heredaban nietos de abuelos durante siglos.

La chispa que le impulsó a crear esta historia fue una visita a la Fortaleza de Alarcos, en Ciudad Real. Allí, en los cimientos, se encuentran los restos óseos de 20.000 cristianos masacrados en la guerra por la toma del lugar a manos de los árabes. Las marcas en un silo convertido en fosa donde eran echados los prisioneros hasta su muerte y de dónde trataban de huir fueron la señal que Narla recibió y que le guió a pensar una historia para un supuesto superviviente.

Si bien esa historia individual es ficticia, los cimientos, la batalla, el marco histórico son reales. Por ello, Francisco Narla no entiende cómo puede haber gente que reniegue de la existencia de la Reconquista.

Sobre esta controversia, señaló que "en este país, tenemos la puñetera manía de hablar sin saber. Todos queremos ser seleccionadores de la Sección Española de Fútbol. No sé por qué pero el buenismo de los últimos tiempos o la tendencia a querer quedar bien con todo el mundo hace que la gente no sea taxativa al expresar sus opiniones".

A continuación, añadió: "Me da igual si se le llama Reconquista o de otro modo. Desde el punto de vista histórico es un hecho indudable". Para reafirmarse, explicó que hasta que España se convierte en territorio romano, como decía Estrabón, "éramos un grupo de pueblos peleando entre nosotros. Cuando Roma cae entran suevos, vándalos, alanos y demás".

En el siglo VII d.C., antes de la llegada de los árabes, en la península, se establece un estado, no moderno, con entidad geográfica desde los Pirineos hasta el Estrecho con capital en Toledo. Además, poco después, bajo los godos, tiene una entidad moral y una entidad legislativa (de derecho) por el Liber Iudiciorum. Este último es una gran obra legal del reino visigodo aún estudiado en las facultades de Derecho.

Por todo ello, señaló que desde que los árabes tomaron la península, hubo "una constante en esos siglos de recuperar ese estado. A partir de ahí, podemos llamarle a eso como queramos", en referencia a Reconquista u otro término.

Añadió que esa entidad moral prosigue hoy en día. "Sin moral no hay sociedad, tenemos una herencia cristiana. Nosotros somos lo que somos por nuestra moral cristiana, nos guste o no", defendió.

Además, indicó que desde los primeros siglos el Islam "tiene un problema" al no disponer de "una sola cabeza que mande en él" como el Papa de Roma en el catolicismo "para poner orden en sectas y variantes. Cada vez que alguien se acomoda en el poder llega alguien más radical. Ocurre ahora con el DAESH", que critica que quienes gobiernan en los países islámicos "no son suficientemente puros".

Narla recordó que "eso lleva pasando desde el siglo VII, una y otra vez", al tiempo que recalcó que "la discusión sobre si hubo Reconquista o no es una memez".