Cirujanos de diferentes especialidades alertan de que la pandemia del Covid-19 está "desmantelando" la actividad quirúrgica que se realiza en los hospitales españoles, ya que su labor ha quedado "prácticamente supeditada" a la atención de los pacientes con coronavirus, a la resolución de urgencias quirúrgicas y a la práctica de consultas telemáticas.

"Nuestro trabajo ha pasado a ser sólo para atender urgencias quirúrgicas en las guardias, para dispensar consultas telemáticas y para ayudar al resto de especialidades médicas contra la Covid-19. Los servicios quirúrgicos han sido relegados a un último lugar y los cirujanos hemos dejado prácticamente de operar, y difícilmente las heridas quirúrgicas pueden ser valoradas fiablemente por telemedicina", dice la doctora María Dolores Frutos, del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia.

Pacientes oncológicos

Y es que, tal y como advierte la doctora, hay pacientes oncológicos (cáncer de colon, hígado, páncreas o estómago) o con otras patologías no oncológicas que amenazan seriamente la salud (obesidad o enfermedad inflamatoria intestinal) que si no se operan pueden tener graves consecuencias. Así, señala que los gerentes hospitalarios hacen "lo que pueden", siguen los modelos de predicción para no colapsar el hospital, dejando camas, respiradores, quirófanos y salas de reanimación libres por el aumento de casos positivos.

Para el jefe de Sección de Cirugía Esófago Gástrica y de Obesidad Mórbida del Hospital Clínico San Carlos (Madrid), Andrés Sánchez-Pernaute, la decisión en la mayor parte de los centros de comenzar la ralentización de la actividad quirúrgica prohibiendo la cirugía bariátrica es "especialmente dramática".

Sin embargo, el experto reconoce que no se trata de una medida "inusual", dado que están acostumbrados a que la primera cirugía que se suspende cuando hay restricción de camas en un hospital es la bariátrica y ocurre todos los años con la llegada de las infecciones respiratorias invernales.

Los expertos avisan también de que a nivel psicológico, la larga espera y la incertidumbre que causa la demora en la intervención hace que los pacientes candidatos a cirugía bariátrica aumenten su grado de estrés, ansiedad y frustración.