"La incertidumbre es parte de nuestra esencia y con ella nos toca aprender a convivir", expresa Mariví Fernández. En su conferencia en el IV Foro de Educación de FARO (días 25 y 26) hablará sobre acompañamiento socioemocional en tiempos de crisis. Todo ha sido tan de prisa que hay que pararse a pensar, a hablar, a reflexionar sobre lo que ha pasado y sobre lo aprendido. De ahí saldrán las claves, según esta orientadora educativa, sobre qué aspectos cuidar e ir transformando en los centros educativos. "Hay que construir y crear redes de apoyo", apunta.

-¿Qué impacto tiene esta crisis sanitaria y social en la Educación: en qué afectan más los dardos del Covid-19 en el sistema educativo?

-Esta crisis sanitaria global impacta en la función social y compensadora que tiene la escuela, desestabilizándola. La primera medida que se tomó, a consecuencia de la pandemia, fue el confinamiento y con los centros educativos cerrados lo telemático apareció como la única herramienta para acceder al aprendizaje y a la socialización de miles y miles de niños/as, adolescentes y jóvenes metidos en sus casas en una etapa vital para crecer y aprender. Para muchos de ellos/as la escuela era su único lugar y sin este lugar físico, psíquico y social muchos quedaron en situación de emergencia y otros/as en situaciones de desigualdad, vulnerabilidad y riesgo de exclusión. Con esta crisis se ha visto la necesidad de transformar y repensar la escuela, con pequeños cambios que permitan ofrecer una respuesta educativa ante las situaciones adversas y diferentes escenarios que puedan aparecer, en medio de esta gran incertidumbre.

-¿Cómo ve el inicio de curso en este contexto?

-Como la propia situación, incierto. Si algo nos ha recordado y enseñado este virus es que no somos perfectos, ni completos, ni lo controlamos todo. La incertidumbre es parte de nuestra esencia y con ella nos toca aprender a convivir. El reto es hacerlo conjuntamente, construyendo redes y puentes para la comunicación y cooperación, desde la humildad y la responsabilidad. Es momento de arrimar el hombro y con criterio ir tomando las decisiones y medidas que aseguren la salud pero que también faciliten la presencialidad en las escuelas para continuar con el aprendizaje, atender las situaciones de vulnerabilidad y garantizar la protección y el bienestar.

-¿Cómo aprovechar este momento de incertidumbre y gestión de crisis sanitaria para salir reforzados de algún modo?

-Respetando las medidas sanitarias, creando y organizando tiempos y espacios donde pensar juntos para expresar y compartir lo vivido y desde ahí intentar comprender y poder decidir qué aspectos cuidar e ir transformando en los centros: el aprendizaje, el cuidado de las personas, la convivencia y la cooperación y colaboración entre los miembros de la comunidad educativa y de otras instituciones.

-Los últimos meses, con la escuela en casa, dejaron claro que la desigualdad aparece y crece en muy poco tiempo, cuando los recursos a los que tienen acceso todos los escolares son distintos. ¿Cómo evitarlo teniendo en cuenta las distintas realidades familiares?

-La respuesta es clara, construyendo y creando redes de apoyo, desde una mirada y una intervención sociocomunitaria e interdisciplinar, a todos los niveles y delimitando muy bien los ámbitos y funciones de cada uno de ellos.

-La conferencia que va a realizar en el foro trata sobre el acompañamiento para el cuidado del bienestar socioemocional de la comunidad educativa. ¿Cuánto queda por avanzar?

-Pienso que se ha avanzado mucho, sólo hay que ver las dinámicas y experiencias generadas y organizadas en muchos centros a nivel de convivencia y acompañamiento entre equipos de profesorado, alumnado y sus familias. Quizás falta una mayor interiorización e integración para que no sea algo que se añade al currículo o se hace en tutoría, pero para esto es necesario apoyo, tiempo y formación. Ya hace tiempo que la formación que se oferta y que se solicita al CAFI y los CFR va en esta línea, así como diferentes programas que se ofrecen desde la Consellería de Educación.