La Xunta acordó ayer restringir las visitas de familiares y acompañantes a personas hospitalizadas en el área de A Coruña, la más afectada por el Covid-19 en Galicia, y realizará un cribado preventivo de PCR en esta zona en la población más afectada, en especial los menores de 40 años.

En el Diario Oficial de Galicia publicado a última hora de ayer la Xunta añadió medidas de protección para los mayores de 75 años de la comarca de A Coruña, zona en la que se mantienen las restricciones de los últimos días a la espera de que disminuyan los casos. En A Coruña, Arteixo, Cambre, Culleredo, Oleiros, Abegondo, Bergondo, Carral y Sada "los locales comerciales deberán prestar especial atención en el servicio a los mayores de 75 años", medidas que pueden materializarse en control de accesos o cajas de pago específicas. También es posible establecer horarios específicos para esta franja de edad. Por otra parte, la Xunta recomienda a los mayores de 75 años y/o personas vulnerables evitar salidas en horas de previsible afluencia o concentración de personas.

Siguen igual que estaban la semana pasada los centros de día, que estarán cerrados, tampoco se permitirán las visitas esta semana en los centros de mayores; se mantiene el veto a las fiestas, verbenas y las reuniones de no convivientes no podrán exceder las 10 personas en los concellos de A Coruña, Arteixo, Cambre Culleredo y Oleiros. Comercios y locales de hostelería solo podrán abrir al 50% y el ocio nocturno tiene la una de la mañana como hora límite para cerrar sus puertas.

Tras la reunión de ayer los técnicos de la Xunta decidieron ampliar los rastreos, de modo que las pruebas PCR se intensificarán hasta llegar a las 1.200 diarias. También se llevará a cabo un cribado aleatorio entre los sectores de la población más afectados, especialmente entre los menores de 40 años. Se podrían realizar las pruebas de detección del virus a "cuidadoras" y otros profesionales que están en contacto con personas de riesgo, así como a determinados grupos de edad para poder descubrir a los pacientes asintomáticos. Sería un "cribado preventivo a determinados grupos de edad". Esta medida permitiría no solo controlar los focos activos ya conocidos sino descubrir otros de los que no se tiene constancia.