La pandemia del nuevo coronavirus originado en la ciudad china de Wuhan ayer en 24 horas 239.700 nuevos casos, lo que eleva el balance a más de 14,95 millones de personas contagiadas y más de 616.000 víctimas mortales, según el balance global de la Universidad Johns Hopkins.

Estados Unidos acumulaba ayer 3,9 millones de casos y 142.066 víctimas mortales, tras sumar 64.500 nuevos positivos en 24 horas. Brasil -con 2,15 millones de positivos y 81.847 fallecidos, incluidos 41.000 nuevos casos desde el balance anterior- figura en cambio como el país con más pacientes recuperados, con 1,55 millones de personas salvadas.

India, por su parte, contabiliza 1,19 millones de contagios con 28.732 fallecidos, tras registrar 37.700 positivos en las últimas 24 horas. A continuación, Rusia acumula 782.040 contagios y 12.561 fallecidos.

En quinta posición figura Sudáfrica con 381.798 positivos y 5.368 muertos, seguido por Perú, que acumula 362.087 contagios y 13.579 fallecidos, y por México, con 356.255 positivos y 40.400 decesos.

Chile, por su parte, contabiliza 334.683 personas contagiadas y 8.677 muertos, mientras que Reino Unido tiene a 297.389 personas con coronavirus y 45.507 víctimas mortales.

A continuación, Irán acumula 278.827 positivos y 14.634 decesos, por delante de Pakistán, con 267.428 personas contagiadas y 5.677 fallecidos, y de España, con 266.194 contagiados y 28.424 decesos.

Bolsonaro

En Brasil, el segundo país másgolpeado por la pandemia, su presidente, Jair Bolsonaro, volvió a dar positivo en un nuevo examen de coronavirus, un resultado que frustró su ansiada "vuelta a la normalidad" cuando se cumplían 15 días de confinamiento tras haber sido diagnosticado con la enfermedad el pasado 7 de julio.

Bolsonaro, uno de los mandatarios más escépticos sobre la gravedad del nuevo coronavirus, continúa con el patógeno en su organismo, pero presenta "buena evolución de salud", según confirmó ayer la Secretaría de Comunicación de la Presidencia.

El líder de la ultraderecha brasileña fue sometido la víspera a un nuevo test -el tercero en dos semanas- y confiaba en que el resultado del mismo fuera negativo para poder retomar sus actividades públicas, las cuales se vio obligado a interrumpir tras contraer la enfermedad que el mismo ha calificado de "gripecita".

Desde que dio positivo, Bolsonaro, de 65 años, ha despachado por videoconferencia desde su residencia oficial en Brasilia, el Palacio de la Alvorada, donde ha sido visto alimentando a los ñandúes que campan a sus anchas por los jardines y participando en las ceremonias en que es arriada la bandera nacional.

En cada ocasión Bolsonaro ha intentado mostrar que se encuentra en buen estado, lo que ha atribuido en buena medida a la cloroquina, un fármaco antipalúdico con el que el mandatario está siendo tratado pese a que su eficacia contra el coronavirus no ha sido comprobada científicamente.

Otro de los adeptos a la cloroquina es el ministro de la Ciudadanía, Onyx Lorenzoni, quien esta semana también anunció que dio positivo por Covid-19 unas horas antes de que Milton Ribeiro, titular de Educación, revelara que también estaba infectado.