El Reino Unido dio ayer un nuevo paso hacia el restablecimiento de la actividad económica al permitir que pubs, restaurantes, hoteles y otros negocios en Inglaterra levanten la persiana después de más de tres meses cerrados como medida para frenar la propagación del coronavirus.

El sector de la hostelería espera que en torno al 60% de los locales retome la actividad este fin de semana y que unos 960.000 empleados regresen a sus puestos a lo largo de este mes, mientras que cerca de 1,6 millones pueden haberlo hecho al término de septiembre, según las estimaciones de la patronal UKHospitality.

Con todo, la reordenación del sector tras el confinamiento y las medidas de distancia social que siguen vigentes en el Reino Unido pueden suponer un recorte de unos 320.000 puestos de trabajo respecto a la situación previa a la pandemia.

Ante el regreso de los ingleses a los bares y restaurantes, en una jornada que los tabloides han bautizado como "supersábado", el ministro de Economía, Rushi Sunak, hizo una llamada a aumentar el consumo para impulsar las finanzas nacionales, mientras que el de Salud, Matt Hancock, urgió a mantener la responsabilidad. "No soy un aguafiestas, pero el virus todavía puede matar", alertó Hancock.