Más de 4.500 estudiantes de colegios gallegos lograron elaborar y culminar, a pesar de estar cerrados los centros a clases presenciales, la nueva entrega del Faro da Escola, que hoy se distribuye con el diario decano. Las distinciones por la participación en esta iniciativa, en su quinta edición, fueron entregadas ayer en los jardines del Pazo de Castrelos en Vigo a un total de 103 profesores y alumnos de 51 colegios.

En total, habían participado 60 centros, aunque siete no llegaron a entregar la página y otros no acudieron a la ceremonia por las evaluaciones. La cita fue sumamente emotiva por los discursos, especialmente el de los profesores Elena Pérez (Niño Jesús de Praga) y Xavier Estévez (Divino Salvador).

La primera defendió la "escuela como laboratorio de experimentación para la vida para aprender a relacionarse, a escuchar, tener pensamiento sobre entorno, los otros y nosotros mismos". Lamentó que "mucho de esto faltó este año, aunque se hubiese avanzado en lo académico. Hubo lecciones inolvidables: la organización, la importancia de la colaboración con las familias, reflexiones sobre las cosas básicas de la vida, la responsabilidad y el sentido crítico". Pero también enseñanzas como la posibilidad de "dar aliento a la esperanza" y "vivir con menos consumo".

Pérez defendió el trabajo de los profesores en esta crisis. "¿Por qué se habla tan poco de nosotros si la educación es uno de los pilares de la sociedad?", preguntaba ayer.

Por su parte, el docente Xavier Estévez indicó que en una situación donde la tecnología se alzó como un totem de salvia "faltó lo esencial, la relación entre el alumnado" al que aplaudió con sus palabras por "aguantar estoicamente" tan difícil situación, la del confinamiento y todo lo generado como consecuencia.

Estévez abogó por aprender de este episodio para "adelgazar curriculum y sacar la educación de las aulas lo que se consigue con este proyecto de FARO. Además, animó a que este sea un momento "de cambio verdadero".

El director de FARO DE VIGO, Rogelio Garrido, por otro lado, subrayó que el Faro da Escola es un "proyecto que trasciende lo periodístico por conectar con el trabajo en equipo, la curiosidad, el impulso de actitudes fundamentales en la vida como pensar, debatir, expresarse..." además de servir como forja de "lectores y ciudadanos críticos". Garrido agradeció también el trabajo del profesorado, el patrocinio del Concello de Vigo, Deputación Provincial de Pontevedra, Vitrasa, FCC y Vegalsa, así como la colaboración de Xerais y CSIC.

Entregando las distinciones, el alcalde de Vigo, Abel Caballero; Santiago Alvarado, gerente de Operaciones de Vitrasa; Mabel Allo, responsable de Medioambiente de FCC, y Juan Carlos Dasilva, subdirector general de FARO.

Al término de la ceremonia, el alumno Gabriel Fernández, del Santiago Apóstol, un arqueólogo en potencia, reconocía sentir "emoción" al ver el Faro da Escola al tiempo que destacaba la oportunidad que le había dado de "aprender cosas que no sabíamos".

Los niños Guillerme Santos y Aina Esteva, del Virxe Milagrosa de Bueu, también se mostraban contentos por su participación en un periódico tan especial en el que la cuarentena fue la protagonista.