El ministro de Sanidad, Salvador Illa, señaló ayer que su ministerio continúa estudiando si hace obligatorio el uso de mascarillas en todos los espacios públicos para prevenir los contagios de Covid-19, tal y como abordó ayer con las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS).

En rueda de prensa para anunciar qué territorios pasan de fase en la desescalada, el ministro detalló que "efectivamente" las autoridades del Ministerio de Sanidad han valorado la obligatoriedad de las mascarillas en todos los espacios, pero que no han llegado a una conclusión, por lo que esta decisión sigue siendo estudiada.

"Estamos estudiando si procede tomar alguna medida adicional a este respecto. En cuanto decidamos tomarla, si es que la tomamos, la daremos a conocer. Estamos en permanente revisión de estas medidas, intentando adaptarnos de la mejor forma posible a cómo evoluciona la epidemia", comentó Illa.

El ministro de Sanidad recordó que las mascarillas ya son obligatorias al utilizar el transporte público, e insistió en que son "altamente recomendables siempre que no se puedan guardar los dos metros de distancia de seguridad" recomendados para reducir el riesgo de contagio.

El Ministerio de Sanidad ya trasladó el pasado lunes a las comunidades autonónomas en el CISNS la posibilidad de incrementar el uso de las mascarillas hasta hacerlas obligatorias, en una reunión en la que hubo "opiniones en distintos sentidos".

"Hay argumentos en pro y en contra. Nunca nos hemos negado a revisar nuestras medidas conforme evolucionen las etapas y haya nueva evidencia. Ahora estamos en fase de evaluar si procede o no su uso obligatorio en determinadas situaciones", comentó el ministro Illa durante su comparecencia el jueves en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados.

Por otra parte, la Comisión Asesora COVID-19 del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos advierte que las mascarillas N95, FFP2 y FFP3 deben estar disponibles para los profesionales y no se recomienda su uso por la población general porque son innecesarias, ineficientes e incluso contraproducentes.