Los más de once mil estudiantes gallegos de 2º de Bachillerato, que son los que suelen presentarse al examen de selectividad cada año, son los más interesados por la reunión de ayer entre los ministerios de Educación y Universidades, los rectores y las comunidades en la que se discutió cómo afecta la suspensión de clases por el coronavirus a la ABAU. Los que estén preocupados por la cuestión, que son muchos, tendrán que esperar un poco más por una fecha concreta, pero lo que sí se acordó ayer vía telemática es que las pruebas no se cancelarán, como pedía algún colectivo de estudiantes, sino que se aplazarán. En eso se trabaja en coordinación con todos los agentes implicados desde los Ministerios de Educación y de Universidades.

A partir de ahora el Gobierno recibirá propuestas de comunidades y se creará un grupo de trabajo específico, explican desde la Consellería de Educación. No obstante, la Conferencia de Rectores, la CRUE, una de las entidades que tendrá la palabra, pide que el aplazamiento "no vaya más allá de la primera semana de julio para garantizar el correcto desarrollo de su corrección y los subsiguientes trámites administrativos". Así lo indicó en un comunicado en el que explican que el "objetivo prioritario en estos momentos es despejar cuanto antes la incertidumbre y garantizar que el acceso a la universidad se va a producir en términos de equidad y justicia para todo el estudiantado".

Comunidades como la gallega, tal y como explicaron desde el departamento dirigido por Carmen Pomar, llevaban la propuesta de aplazar el examen que determina quién accede a las plazas en los campus y quién no. No era la única y según informaron desde la Xunta, se dio un "consenso general" sobre la necesidad de mantener las pruebas y modificar el calendario, aplazando tanto la convocatoria ordinaria como la extraordinaria.

También se coincidió, apuntan, en transmitir "un mensaje de tranquilidad a la comunidad educativa" porque "ya se está trabajando en alternativas para adaptar las pruebas a la nueva situación" y "garantizar los principios de igualdad y justicia de todo el alumnado en la realización de las pruebas", como resaltó el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana.

Cambiar la prueba de la ABAU conllevará un efecto dominó sobre otras decisiones. La primera es el calendario de matrícula en la universidad, que ya se confirmó que se adaptará a la prueba. Aún no habla de efectos en el calendario lectivo. Por ahora, solo se desplazan unas fechas que en Galicia estaban planteadas para el 9, 10 y 11 de junio en el caso de la convocatoria ordinaria y el 7, 8 y 9 de julio en el de la extraordinaria, pero hay trámites asociados, como la matrícula en la ABAU en los centros. Por otro lado, si la suspensión de las clases se prolonga podría incidir en cómo se celebra la tercera evaluación o las recuperaciones.

Desde la CRUE también indicaban que, junto al cambio de fechas, se plantearon "diferentes opciones de reprogramación de contenidos y de evaluación, medidas todas ellas que estarán determinadas por la evolución de la pandemia".

La CiUG, que coordina la ABAU en Galicia, incluye un aviso contra bulos: "Ante la aparición de bulos y documentos falsos por las redes sociales, la CiUG informa de que la única información veraz oficial de la CiUG es la que se publica en esta página web".

En el encuentro de ayer otra meta era coordinarse para "asegurar que ningún estudiante va a perder el curso debido a las circunstancias actuales". Por ejemplo, en cuanto a las prácticas en el centro de trabajo y la FP dual, se propuso flexibilizar las necesarias para superar el curso.

No son los únicos preocupados por las prácticas. La presidenta de la Conferencia de Decanos de Ciencias de la Educación, Carmen Fernández-Morante, explicaba ayer que al cerrar los centros los alumnos de grados educativos "han tenido que abandonar el practicum" y es obligatorio (la estancia). Además, en algunos títulos, como el máster de Secundaria, estaban a punto de salir la semana que viene, por lo que no van a poder ir". Por esta situación, avanza que los decanos van a mantener una reunión pronto con el presidente de la CRUE y que intentarán hacer propuestas y dar respuestas "en función del desarrollo de los acontecimientos".