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Rosanne Philippens: "Mi relación con mi Stradivarius es de amor; yo le pido más y él me lo concede"

La violinista se unirá a la Orquesta Vigo 430 en un concierto el próximo domingo

La violinista holandesa Rosanne Philippens, ayer en Vigo con el Stradivarius "Barrere". // Ricardo Grobas

Descrita por el periódico holandés "De Telegraaf" como "enérgica, exuberante y profunda" , la violinista Rosanne Philippens, una de las grandes solistas a nivel internacional, ha vuelto a Galicia acompañada por su Stradivarius "Barriere" para participar en el concierto dedicado íntegramente a Beethoven que ofrecerá la Orquesta Vigo 430 el próximo domingo a partir de las 19:00 horas en el Auditorio Martín Códax. La intérprete holandesa ofrecerá su versión del "Concierto para Violín" y dirigirá la "Sinfonía nº2" del compositor alemán, del que se cumple el 250 aniversario de su nacimiento.

-Dicen que su estilo al hacer música es enérgico, alegre y comunicativo, ¿se siente identificada con esta descripción?

-Disfruto tocando y haciendo música con la gente, así que espero poder transmitir esa energía y pasión que siento.

-¿Cómo surgió el proyecto de realizar este concierto con la Orquesta Vigo 430 (OV430)?

-Hace dos años ofrecí un recital en Santiago y conocí a Javier Escobar (director artístico de la OV 430) y a Mario Peris (concertino de esa formación), que me propusieron venir a tocar a Vigo. En ese momento se me ocurrió hacer un programa con la orquesta pero sin director, que es lo que haremos el domingo. Estoy habituada a hacer ese tipo de formato con grupos más pequeños, no del tamaño de esta orquesta. Ayer (por el lunes) tuvimos el primer ensayo y me quedé un poco en shock al ver a tantos músicos y sentirlos tan lejos, pero va a funcionar perfectamente con Beethoven porque su textura es clara, no se tocan todos los instrumentos al mismo tiempo sino que hay solos de diferentes instrumentos.

-Recientemente se puso al frente de la Orquesta Nacional de Lyon para ofrecer "Las Estaciones" de Vivaldi en uno de esos recitales "sin director".

-Creo que Beethoven es el paso natural después de Mozart en este formato de recitales. Mi objetivo es transformar la orquesta en un grupo de cámara. De este modo el músico no está supeditado a alguien que le diga qué hacer, puede tomar la iniciativa y proponer musicalmente.

-¿Por qué ha escogido el Concierto para violín y la Sinfonía nº 2?

-El primero es porque para mí es el cielo; voy a tocarlo mucho este año, en países como Japón, Holanda y Suiza, por el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven. Respecto a la Sinfonía nº 2, que es del Beethoven más joven, la seleccioné porque cuando piensas en Beethoven piensas en las sinfonías; y en ésta en concreto hay un pasaje en su cuarto movimiento que si tengo un mal día y lo escucho me levanta el ánimo y me digo: "Si está musica existe, la vida es maravillosa".

-¿Qué opinas de colectivos de particulares como la OV 430 que sacan adelante proyectos sin respaldo ni financiación pública ni privada?

-Este tipo de proyectos, de gente que se junta porque lleva la cultura y la música en el corazón sin pensar en un beneficio económico propio, me hacen pensar en que hay esperanza, tal y como está el mundo en la actualidad.

-Organiza y participa el ciclo "Amsterdam Salon Pop-Up", una serie de conciertos en pequeños espacios singulares como una almacén de antigüedades, ¿prefiere las pequeñas salas o los grandes teatros?

-Ese ciclo empezó por la necesidad de un grupo de músicos de tener un lugar donde juntarnos para tocar y crear rodeados de velas y cómodos sofás. Como necesitábamos audiencia, vino público (no más de cien espectadores) y el proyecto lleva tres años ya consolidado aunque yo no esté siempre porque ahora vivo en Berlín. Me encantan los grandes teatros, por su prestigio, solemnidad y grandeza, es un reto llegar y darlo todo; pero a raíz de esos pequeños conciertos descubrí esa sensación más íntima de tener al público al lado y hacer música con ellos.

-Empezó a tocar con tres años con un pequeño violín de 1/16 y ahora toca "Barrere", cedido por la Fundación Elishe Mathilde , ¿se imagina volver a tocar sin su Stradivarius?

-No todos los Stradivarius son increíbles, pero este sí lo es. Nuestra relación es como una relación de amor; lo conocí hace cuatro años, me enamoré y después nos fuimos conociendo; ahora tengo el deseo de mejorar y explorar las posibilidades que me ofrece, yo busco más y él siempre me concede lo que pido.

-Recientemente Channel Clasics ha editado su último CD, "Insight", del que dicen que representa la culminación de un viaje personal especial, ¿cuál es el destino?

-Tiene mucho que ver con la confianza en el espectador ; me he dedicado a preguntar al público en mis conciertos por todo el mundo su opinión, si les gustaba la tensión o si había alguna obra mal enfocada en el programa, por ejemplo. Sorprendentemente todos decían lo mismo. El resultado de esas conversaciones es mi CD "Insight".

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