"Tengo 18 años y es verdad que no hay educación sexual de calidad, ni en casa ni fuera. Te llegan series, pornografía y anuncios de prostíbulos. Como hombre ves que en las series se ríen cuando dicen 'vamos de putas' y te lo crees. En algún momento me llegué a plantear consumir prostitución porque nadie me había dicho lo que hay detrás", expuso durante el coloquio uno de los jóvenes presentes en la sala.

Mabel Lozano destacó la importancia de la educación en casa: "Nuestros maridos, hijos y primos están ahí. Muchos son consumidores y se ha visto hasta 'normal'. Hay que educar en valores. Esas mujeres prostituidas son nuestras víctimas". Y si bien reconoció que es difícil que las cosas cambien, la directora del corto aseveró que "las cosas cambian si queremos y trabajamos para ello. No hay que tirar la manta".