Un cazador de unos sesenta años, de Ourense, falleció ayer de forma accidental en una batida en la que participaba en la parroquia de Villardá, en torno a la localidad de Medos (San Xoán de Río), al ser alcanzado en el abdomen por el disparo realizado por uno de sus compañeros contra un pequeño jabalí, después de conseguir derribar a otro de mayor tamaño.

Fue atendido en un primer momento por el personal de un helicóptero, que intentó reanimarlo de forma infructuosa, por lo que el médico certificó su muerte. También contó con la intervención del GES de Castro Caldelas, movilizado por el 112, notificando que "un cazador se encontraba herido por un disparo". La policía judicial investigó los hechos durante varias horas, para aclarar si el fallecimiento se había producido por el rebote de la bala o un despiste, al no controlar el autor del disparo la ubicación o movimientos de la víctima. La víctima se había trasladado desde Ourense para participar en la batida. El impacto entre los compañeros fue tan grande que requirieron la atención de un psicólogo. La provincia de Ourense contabiliza la muerte de dos cazadores en poco más de mes y medio. El primero se registró el día 2 de diciembre en Chandrexa de Queixa, un joven de 21 años.