Si se coloca una capa de grafeno encima de otra con el llamado ángulo de rotación 'mágico' de 1,1 grados, las propiedades electrónicas del sistema se asemejan a las de un superconductor. Este avance, que algún día podría aplicarse en transistores superconductores y computación cuántica, ha hecho merecedores al físico español Pablo Jarillo y otros dos científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), el canadiense Allan H. Macdonald y el israelí Rafi Bistritzer, del prestigioso Premio Wolf de Física, una antesala de los Premios Noble.

El jurado aplaude "su trabajo teórico y experimental pionero sobre el grafeno bicapa retorcido, que, entre otras cosas, conducirá a una novedosa revolución energética".

"Cada uno de los ganadores nos enseña una lección sobre cómo ver el mundo de manera diferente", declaró el presidente Reuvén Rivlin, en la ceremonia donde se hicieron públicos los nombres de los ganadores de esta edición, que el próximo 11 de junio recogerán el premio en un acto en el Parlamento israelí.

Licenciado en Física por la Universidad de Valencia, Jarillo-Herrero es profesor de física en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Su trabajo se centra en la física experimental de la materia condensada, en particular en el transporte electrónico cuántico y la optoelectrónica en nuevos materiales bidimensionales como el grafeno.