El presidente del Consejo General de los Ingenieros Técnicos Industriales de España (COGITI), José Antonio Galdón Ruiz, habla en esta entrevista de los retos de los profesionales y empresas de este sector, que pasan fundamentalmente por la innovación y el avance tecnológico.

-¿Cuáles son los nuevos modelos de negocio del sector?

-Tienen que ir siempre acompasados al nuevo modelo de ciudad que queremos. Estamos hablando de una sociedad enfocada a la innovación, a la tecnología, a hacer la vida más fácil a los ciudadanos. Pero también sostenible, que sea coherente para el resto de generaciones. Todo ello enmarcado en un proceso de transición energética. El reto es enorme, pero tenemos que asumirlo. Cuanto mayor es el reto, mayores son las oportunidades que presenta. Nuestra perspectiva es preparar a los profesionales para que sepan aportar a la sociedad en los retos que tiene. Por eso insistimos en una formación especializada en la innovación y la tecnología.

-¿Qué le parece que algunos gobiernos autonómicos tengan ya departamentos de Ciencia, Innovación y Universidad?

-Es interesante porque siempre tiene que venir de la mano. El modelo formativo en España tiene que ir por ahí. Como avanza todo tan rápido, muchas veces desde la universidad no da tiempo a adaptar las titulaciones a la realidad social. Por eso los propios colegios profesionales desarrollamos esa formación específica, adaptada y mucho más dinámica de la que se da en la universidad, que es el elemento principal generador de conocimiento. Tenemos que ser capaces de tener esa transformación constante.

-Se refiere a la transformación digital.

-Sí, tenemos que conocer todos los recursos tecnológicos de los que disponemos para luego ser capaces de poder utilizarlos y adaptarlos a las funcionalidades de nuestra empresa. Esos son los retos más importantes que tenemos en nuestros días. Las grandes empresas lo tienen más fácil, el reto lo tienen las pymes, que para ser competitivas tienen que usar esas mismas herramientas.

-Habla de sostenibilidad.

-Tenemos que tener un concepto clarísimo: cuando se habla de desarrollo, no se puede concebir de forma separada a la sostenibilidad. No hay desarrollo si no es sostenible. Esos dos factores van unidos intrínsecamente. El nuevo modelo tanto productivo como social tiene que ser coherente con la sostenibilidad.

-Ahí entra en juego la transición energética.

-La energía es uno de los pilares para el funcionamiento de la sociedad. Tenemos que tratar de usar fuentes limpias, sostenibles, que no generen emisiones y que no tengamos que importarlas.

-Por ello, es imprescindible una formación constante en los profesionales.

-Si tenemos que ir adaptándonos constantemente a los requerimientos de la sociedad, nuestros conocimientos tienen que hacerlo también. El año pasado constatamos que un 97% de los encuestados habían realizado formación continua el año anterior: másteres, cursos, idiomas… Todos se habían reciclado para su carrera profesional. Me llena de orgullo que los profesionales se preocupen por estar permanentemente formados y realizar bien su trabajo, que es un valor añadido que repercute en la sociedad.

-Si hay que poner un pero al sector es la falta de mujeres.

-La presencia de la mujer en la ingeniería va paulatinamente ganando espacio. Nosotros tenemos un 17% de mujeres, tres de ellas son decanas y una, además, vicepresidenta del consejo. Hay que ir poco a poco fomentándolo porque nos estamos perdiendo el 50% de talento. Estamos apoyando iniciativas para que la profesión de ingeniería sea atractiva también para las mujeres. Estoy convencido que, de aquí a unos años, no nos realizaremos esta pregunta.

-¿Estamos maduros como país para atraer todo el talento que se nos ha ido?

-Maduros sí que estamos, porque España tiene todos los ingredientes para ser una potencia económica. Una cuestión diferente es que seamos capaces de conseguirlo. Tener un gobierno en funciones, por ejemplo, no ayuda mucho. Necesitamos estabilidad, pactos de Estado a largo plazo para generar certidumbre en los inversores extranjeros. Tenemos un capital humano que es de lo mejor del mundo y tenemos infraestructuras, cultura, clima... Tenemos que ser capaces de venderlo y explotarlo. La transición energética va a generar muchísimas oportunidades en España. Si los políticos son capaces de ponerse de acuerdo en ciertos temas, como el pacto por la industria, con un buen pacto energético a largo plazo y con altura de miras, que se respete en los cambios de gobierno, se puede conseguir.