"Me sentí intimidada por la pistola (de fogueo) y por ellos. Solo lloraba". Así se manifestaba ayer la víctima de 'la manada de Manresa", siete hombres de entre 19 y 39 años que están siendo juzgados por el ataque sexual en grupo a una niña de 14 años, el 29 de octubre del 2016, durante una fiesta en una fábrica abandonada. La menor, que ahora tiene 17 años, contó que es consciente de haber sufrido la agresión de tres de los seis acusados, aunque precisó que fue una amiga quien le explicó el día siguiente que lo hicieron los seis. Durante la vista, celebrada en la Audiencia de Barcelona, la adolescente explicó que el día en que ocurrió todo estaba asustada y agobiada, y había bebido y fumado marihuana.

La menor dijo que sintió "miedo" y que se vio "forzada" por los acusados. En varias ocasiones ha reconocido no recordar claramente lo ocurrido y ha contado que al día siguiente fue al ambulatorio para tomar la píldora abortiva.

La amiga de la víctima, citada como testigo, contó ante el juez: "Bryan (uno de los acusados) me enseño el reloj y me dijo: 'mira cada quince minutos uno'. Y se fueron todos. Me quede sola y fui a la caseta. Allí todos estaban de pie y sin pantalones". Añadió que "Bryan se la tiró él y se la pasó a los otros" y que posteriormente "la querían tirar a un río".

Protegida por un biombo que la separaba de los acusados, que solo la podían ver declarando en una pantalla, la víctima explicó que solo recuerda "flashes" de lo ocurrido porque cree que le pusieron alguna droga en la bebida.