La Iglesia católica proclamó ayer beatas a 14 religiosas mártires españolas de la Orden de la Inmaculada Concepción, en una ceremonia celebrada en la Catedral de la Almudena de Madrid y presidida por el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Angelo Becciu.

En 1936, las monjas del monasterio de San José fueron expulsadas del mismo. Algunas hermanas se refugiaron en un piso de la calle Francisco Silvela. El 7 de noviembre de 1936, cuando bajaban a refugiarse en el entresuelo, un grupo de milicianos entró preguntando por las religiosas, ya que habían sido denunciadas por la portera de un edificio vecino. Las sacaron a todas, las subieron a un camión y nunca más se supo de ellas.