El drama "Jinn", primera serie original de Netflix en árabe estrenada hace dos días en la plataforma internacional, ha desatado una controversia y las quejas de las instituciones oficiales jordanas por la emisión de escenas que contienen un lenguaje "obsceno" y que van en contra de los valores en Jordania, país donde se grabó. Las autoridades jordanas buscan censurar y castigar a los involucrados en la producción de la serie, que se grabó el año pasado entre la capital jordana y la ciudad monumental de Petra, una batalla que también se ha trasladado a las redes sociales.

El fiscal de Ammán, Ahmad al Afif, remitió un documento al Departamento de Delitos Cibernéticos en el Ministerio de Interior para "censurar la serie que incluye escenas lascivas y palabras que van en contra de las tradiciones de la sociedad jordana". Se espera que Al Afif comience una investigación hoy con el personal local que participó en la serie, informó el diario jordano "Al Ghad".