La ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, aseguró ayer que "no es incompatible" una fiscalidad justa con que "una empresa pueda dedicar revertir parte de sus beneficios y sus donaciones a servicios que son para todos los ciudadanos". Así lo señaló en relación a las críticas de varios dirigente de Podemos sobre que Amancio Ortega haga donaciones a la sanidad pública en forma de equipos de diagnóstico y tratamiento contra el cáncer, y pidieron que no se acepten.

La ministra señaló que prefiere que las donaciones de esta índole se realicen a servicios públicos, como el sanitario, frente a otras fundaciones privadas que "tienen su ámbito de alcance, pero no tienen la multiplicación que tiene el servicio público". No obstante, añadió que debe ser "la inversión pública" la que protagonice la actualización tecnológica del servicio sanitario, con una programación que permita "incorporar las mejores tecnologías".

El PP también tildó las críticas de Podemos de "sectarias". El diputado José Ignacio Echániz, que fue consejero de Sanidad en la Comunidad de Madrid y en Castilla-La Mancha, destacó que en "todos los países del mundo existen aportaciones del sector privado para mejorar el modelo público" sanitario, y eso es "generoso", apostilló. Por su parte, el exportavoz del PP en el Congreso Rafael Hernando calificó la actitud de Podemos como "impresentable".

En similares términos se expresó ayer en Santiago el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, quien instó a los miembros de Podemos a explicar a los enfermos de cáncer que "su sectarismo ideológico" les impide aceptar este gesto de solidaridad. "Yo quiero vivir -añadió- en un país donde no haya un solo gobernante que pueda renunciar a la solidaridad en nombre de los demás", declaró.