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El nuevo reparto del planeta, a debate en Pontevedra

La Semana Galega de Filosofía centra sus análisis en China, que se propone lograr la paridad estratégica con Estados Unidos en solo 8 años

El nuevo reparto del planeta, a debate en Pontevedra

Tras la globalización, que despertó algo que occidente no esperaba, el capitalismo chino, surge un nuevo orden mundial y el planeta pivota hacia Asia. Es una de las conclusiones que expusieron y analizaron ayer varios ponentes de la Semana Galega de Filosofía (SGF), muy especialmente el escritor, periodista y experto en relaciones internacionales Alberto Cruz Bravo.

Este colaborador del Centro Político para las Relaciones Internacionales y el Desarrollo incidió en que por primera vez Occidente "no controla el mundo". Han emergido nuevos actores, a la cabeza China, pero también Rusia y, en menor medida, Irán y Venezuela. Este último es el eslabón más débil de esta cadena, un país con las mayores reservas del planeta y cuyo control "es vital para Estados Unidos", señaló el ponente.

Cruz Bravo participó en la sesión de mañana en sustitución de Emanuela Fornari con la conferencia "Las tormentas de arena borran las rayas de las fronteras", en la que explicó que la mayor audacia política exterior de China responde a su alianza estratégica con Rusia. "China no es un país capitalista, es un país confucionista, miran no pensando en la actualidad, ni en el mañana sino en el pasado mañana", sostuvo.

Con todo, la paridad estratégica con Estados Unidos la planea a muy corto plazo, en un horizonte de apenas 8 años. "En 2027, es decir, mañana, quieren la paridad, y a partir de ahí sí pueden ser agresivos", un escenario por ver. En cualquier caso, "se produce una nueva reconfiguración mundial con centro en Eurasia", un proceso que, añadió, "lo supo ver muy bien Obama".

China ha desarrollado un sistema económico "capaz de reducir sustancialmente la influencia de Estados Unidos". El primer paso fue la creación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura propuesto por el presidente chino Xi Jinping en 2013 e inaugurado en Pekín al año siguiente, una iniciativa acogida entusiásticamente por la ONU, que lo señala como el Fondo Monetario Internacional (FMI) del futuro y que resta significativas cotas de poder al FMI, controlado por Estados Unidos, y al Banco Mundial. "El siguiente paso es la creación de su propio sistema de transacciones financieras, en el que está Rusia y empieza Irán", añadió Alberto Cruz Bravo.

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