La Navidad de 2017 la vida de dos jóvenes de Boiro también sufrió alteraciones. Lo que era un paseo a casa como cualquier día "normal", como explicó uno de ellos, se vio transformado en otra cosa cuando escucharon "unos gritos" que les sorprendieron porque "se alejaban de lo normal", dado que eran en un "tono bastante alto". Pronto averiguaron de dónde procedían. "Nos encontramos con un coche de color gris con el maletero abierto y justo al lado", dijo, al chico y la chica. "Lo que vemos es un claro forcejeo al lado del maletero", contó el mismo joven, para recalcarle al fiscal: "totalmente abierto".

Esta declaración y la de su compañero corrobora la de la joven de Boiro que les avisó, según contaron ambos chicos ayer en el juicio, de que "la están intentando secuestrar". Ambos coincidieron en señalar que escucharon primero los gritos, ambos apuntaron que se dieron cuenta de que el maletero estaba abierto cuando vieron el coche con la pareja al lado y ambos indicaron que pudieron ver cómo los miembros de esa pareja situada al lado del coche "forcejean". En el después también suscribieron que la víctima se encontraba en estado de "shock" y que la acompañaron hasta un bar para esperar a la Guardia Civil.

De hecho, cuando contó esta parte del episodio, la pricipal testigo del caso aseguró que era tal su estado que "ya desconfié de todo" y que incluso sintió miedo de que sus rescatadores "pudieran estar compinchados" con su atacante. Antes había explicado que al ver a los dos "chavales" les dijo "ayudadme, que me quieren secuestrar".

Cuando la joven detectó su presencia, también les advirtió de que el acusado lleva "un cuchillo", aunque no pudieron verlo. "En el momento en que la suelta, se viene (la chica) a nuestro lado y él se queda mirando con el maletero abierto", comentó uno de los jóvenes. "Se queda mirando dos segundos hacia nosotros y cierra el maletero", añade. La chica contó cómo tras la aparición de los jóvenes, su agresor se quedó "como paralizado", cerró el maletero y se metió en el coche.

Ayer también pasaron por el juzgado un amigo de la joven que recibió el whatsapp, quien indicó que se había asustado cuando recibió el mensaje, y el novio con el que la víctima iba a encontrarse y que luego la vio en "bastante shock". "Me costó bastante calmarla", explicó al tribunal, que hoy prosigue con la sesión de periciales y prevé acabarlas hoy.