La declaración posterior de la sobrina de Dositeo Rodríguez y abogada de la fundación en la negociación del despido trasladó que hubiera sido un "suicidio" abordar la salida de Cavanna sin alcanzar un acuerdo previo.

"No he visto ninguna posibilidad de que la fundación pudiera salir mejor parada", sostuvo, después de relatar que su trabajo se centró en lograr que el otrora director gerente aceptase una indemnización de 33 días por año trabajado, similar -reiteró- a la de otros trabajadores despedidos en fechas previas.

La falta de acuerdo, añadió, podría haber supuesto un "varapalo de proporciones bíblicas" para la Fundación Camilo José Cela, ya que -tal y como expresó la abogada de la entidad- sería "de cajón" que un jurado pudiese declarar nulo el despido y obligar a una indemnización superior a la abonada.

Posteriormente, la abogada se enzarzó con el fiscal Álvaro García Ortiz en una discusión sobre las fechas de cierta documentación y los métodos de cálculo del importe de este despido.