"Mi nombre, Nelago, significa 'afortunada', pero he descubierto que la suerte solo aparece si trabajas muy duro y crees en ti misma", indicó la primera mujer namibia con título de capitana de barco, Nelago Kwedhi, que actualmente trabaja como primera oficial de un barco fresquero en la ciudad de Lüdertiz. La capitana emocionó en Vigo con su discurso de superación durante la presentación del documental "La ciudad que nació del mar".

Con un solo año, nacida en un pequeño pueblo al norte de Namibia -en la región de Oshana-, sin electricidad ni agua corriente, su madre la dejó a cargo de su abuela para que se hiciera "fuerte". Su fortaleza es, precisamente, la característica que más destacan ahora sus familiares. "Quería hacer algo diferente a lo que hacía todo el mundo; que supusiera un reto", aseguró a FARO momentos antes de la premiere. Por eso se matriculó en el Namibian Maritime Fisheries Institute. Y tras 16 años trabajando en la industria pesquera, ha logrado convertirse en la primera capitana de su país y la única de su familia que trabaja en el mar. Paradójicamente, procede de un lugar en el que muchas personas mueren sin haber visto el océano. "Salimos al mar también a pescar un futuro", valoró.

"El mar es un terreno diferente en el que trabajar; sobre todo, cuando hay temporal. Aunque gran parte de la tripulación me respeta, hay muchos hombres que me dicen que no les puedo dar órdenes porque soy una mujer... A la tripulación no le gusta que les lidere una mujer. Y a veces me vengo abajo. Pero, inmediatamente, creo que tengo que seguir luchando por ello", reflexiona. Por eso, Nelago asegura que le gusta hacer el mismo trabajo que ellos.

Este trabajo audiovisual que ayer se preestrenó narra el progreso de Lüderitz, una pequeña localidad entre el desierto y el mar en el sur de Namibia, impulsada por la industria pesquera tras la llegada de Pescanova hace casi 30 años, que trabaja allí con los nombres Novanam y Lalandii, sus filiales en Namibia.

Basado en personajes e historias reales, el hilo conductor del documental es esta capitana de 41 años, cuyo nombre oficial es Johanna y que viajó por primera vez a Europa para la presentación de Vigo.

Johanna es también madre de un chico que usa las instalaciones de una escuela asentada cerca del puerto. El próximo día 14 cumplirá 10 años y ya le dice a su madre que "él aún lo va a hacer mejor".

La capitana destaca que su nueva vida le permitió traerse a la ciudad de Lüdertiz a su hijo y a su familia. "Cuatro niños de la familia están estudiando allí, gracias a una mejor calidad de vida", insiste. "Le enseñaré a mi hijo Inocent a respetar a los mayores y la naturaleza, porque es como respetarnos a nosotros mismos".

En el documental se observa el pasado de ese antiguo pueblo explotado por buscadores de diamantes que, después de agotarse dicho preciado mineral, se quedó como una villa fantasma. Una anécdota revela la importancia de los diamantes en aquella época. "Tuvieron el primer aparato de rayos X del continente, dedicado a comprobar que los trabajadores no se llevaran diamantes ingeridos en su cuerpo", se relata en el vídeo.

"Mi vida es como este desierto; es hermosa, pero no fácil", comenta Nelago, que emigró al sur desde una árida región de Namibia, donde se expande una de las zonas desérticas más antiguas del continente africano y donde también, paradójicamente, se sitúa uno de los mejores bancos pesqueros.

Producido y con la idea original de la directora de Comunicación del Grupo Nueva Pescanova, Tesa Díaz-Faes, el trabajo audiovisual muestra también a rederos, al jefe de máquinas, Jenaro Pérez, y a otros compañeros del buque en el que Nelago es la primera oficial. "Es una oficial inteligente y trabajadora, a la que le gusta aprender", indica Pérez ante las cámaras.

El discurso de Nelago también recaló en las dificultades y esfuerzos: "Para lograr algo en la vida hay que sacrificarse; no tengas miedo a la presión, que es lo que hace extraer de la piedra el diamante", resumió antes de dar paso a un vídeo que arrancaba en su aldea natal.

Desde allí, la mujer fue siguiendo la llamada del mar hasta Lüderitz, que con el desarrollo del sector pesquero, se convirtió en un lugar de oportunidades laborales para la población local. Y, en el caso de las mujeres, un centro que proporciona oportunidades inéditas hasta la fecha en el país africano. También para Yvone Francis, directora de la guardería o para la vicealcaldesa de Lüderitz, Brigitte Frederics, que también ponen su voz al proyecto.

El consejero delegado de la empresa gallega, Ignacio González, destacó que el Grupo Nueva Pescanova da empleo a más de 2.000 personas en Namibia, ofrece becas de estudio para los hijos de sus empleados y ha construido viviendas, guarderías y parques infantiles, propiciando el desarrollo socioeconómico de la comunidad, generando riqueza y bienestar alrededor de su actividad. También que allí se ha construido el mayor centro de procesado de merluza de toda África. "Es una historia de superación, de sueños conseguidos y de respeto a la naturaleza", indicó González. La conselleira de Pesca, Rosa Quintana, también aludió en su discurso a la pesca como "un mundo de mujeres" y el alcalde de Vigo, Abel Caballero, al trabajo en el mar como "una profesión de una dureza extraordinaria para el carácter y para la vida".

"Espero que mi ejemplo ilusione a otras mujeres", sonrió la capitana namibia de sonrisa amplia.