Un total de 16.341 gallegos afectados por cáncer necesitan tratamiento psicológico personalizado. De ellos, 5.226 viven en Pontevedra, 6.660 en A Coruña, 2.264 en Lugo y 2.191 en Ourense, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) a cierre del año 2018. La asociación atendió al 13% de dichos pacientes oncológicos: 1.114 en Pontevedra, 620 personas en A Coruña, 127 en Lugo y 201 en Ourense. "El resto o no lo recibió, o fue de manera insuficiente". Así de tajantes se muestran desde la AECC y apuntan al estudio del Observatorio del Cáncer "Informe sobre la atención psicológica a pacientes de cáncer y familiares en España".

La primera gran conclusión mostrada en el informe es -precisamente- que, en España, el 94% de las comunidades autónomas o no ofrece tratamiento psicológico especializado a pacientes y familiares o es insuficiente. Y entre ellas está Galicia. "El plan de cáncer de Galicia no está vigente", indican.

El trabajo se presentó en el marco de la celebración de la VIII edición del Foro contra el Cáncer, organizado por la AECC con motivo del Día Mundial de las enfermedades oncológicas, y contó con la asistencia de la Reina Letizia y de la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo.

Según el trabajo, 13 de las 17 comunidades cuentan con algún tipo de planificación en la atención al cáncer y, de ellas, 11 tienen un plan en cáncer específico, y dos lo incorporan en su plan de salud general. Solo Cataluña ofrece antención integral.

Se estima que, en el 30% de los casos, las personas afectadas desarrollarán algún tipo de trastorno psicopatológico que necesitaría tratamiento especializado. Se calcula que actualmente en España hay cerca de 236.000 personas afectadas por la enfermedad que necesitarían este tratamiento especializado.

En cuanto a los hospitales públicos la proporción es que el 48% de ellos tampoco ofrece atención psicológica y el 52% restante, es insuficiente. Sin embargo, todos los planes autonómicos o estrategias dedicadas a cáncer (al igual que la Estrategia Nacional en Cáncer del SNS) hacen referencia a la necesidad de brindar apoyo psicológico a pacientes de cáncer y sus familiares.

Por tanto, la AECC solicita que en el proceso de atención a las personas con cáncer y sus familiares se incluya necesariamente la medición del 'distrés' o malestar emocional como el sexto signo vital después de la temperatura, presión arterial, pulso, frecuencia respiratoria y dolor, incorporándose a la historia clínica tanto del paciente como del familiar que acompaña habitualmente a la persona enferma.

La responsable de psicooncología Carmen Yélamos, señala que "el cáncer es una enfermedad temida, que sigue asociada a dolor, muerte e indefensión, lo que provoca un gran impacto emocional tanto en el paciente como en sus familiares". Un diagnóstico de cáncer provoca un impacto psicológico en pacientes y familiares diferencial del impacto que provoca otras patologías. Cuando aparece en un núcleo familiar surgen reacciones emocionales habituales tras el diagnóstico, y especialmente durante la fase de tratamiento, como rabia, ira, ansiedad y tristeza.

Psicooncóloga - Carmen y Élamos

"El cáncer es aún una enfermedad temida y asociada al dolor que causa impacto emocional en pacientes y familiares"