-¿Nació en Belén?

-También hay discusión sobre su lugar de nacimiento. Yo creo que como hay una profecía de Miqueas que decía que el Mesías habría de nacer en Belén, una vez que estaba totalmente confirmado, entre comillas, que era el Mesías se le adjudicó como patria Belén. Hay que tener en cuenta que Jesús no empieza a ser importante hasta que no comienza a tener seguidores, entre los 28 y 30 años. Entonces, cuando 40, 50, 60 años después empieza uno a hurgar qué fue de él casi todos los que podían decir algo ya han muerto. Hay que tener en cuenta que los historiadores antiguos, cuando no tenían datos seguros escribían aquello que les parecía que debía de haber sido, así que si Jesús era el Mesías debía de haber nacido en Belén. Ese era el sistema; muy distinto al que empleamos en el siglo XXI. La historia antigua es como un gran puzzle del que apenas tenemos fichas y nuestro trabajo tiene bastante de detectivesco. Tenemos que investigar en todas las fuentes antiguas.

-De lo que no parece haber duda es de que murió crucificado.

-Eso es seguro, por sedición contra Roma. Es evidente que un señor que predica un reino de Dios en Israel es totalmente contrario al imperio.

-A un creyente debe chocarle ese Jesús no divino.

-Choca, pero no es la intención. Mucha gente nos dice que nos inventamos los datos e interpretamos la religión como nos parece. El historiador debe ser un hombre modesto, nunca debe afirmar que lo que dice es totalmente seguro y no se mete en el ámbito de la fe. Si usted quiere creer, no seré yo quien le diga nada. Otra cosa es lo que dice la historia.