En el verano de 2000, el "K-141 Kursk", un submarino nuclear ruso, se hundió en el mar de Barents, durante unas maniobras, como consecuencia de una explosión accidental. Tras el fracaso estrepitoso de la operación internacional de rescate, sus 118 tripulantes perecieron. El competente Thomas Vinterberg, autor de "Celebración", cumbre del movimiento "Dogma 95", recrea el suceso con eficacia y rigor, apoyado en un buen reparto, buscando el drama humano y deteniéndose en sus repercusiones políticas.