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Juan Santos Blanco: "Las flotas que pesquen de forma más selectiva deberían tener mejores cuotas"

El biólogo de Porto do Son Juan Santos, durante una de sus campañas de investigación.

Su trayectoria académica y profesional en el ámbito de la conservación marina parecía inevitable. Criado en una familia de pescadores, recuerda sus discusiones en el bar "cuando alguien aparecía con cuatro pulpos pequeños". Juan Santos (Porto do Son, 1977), biólogo por la Universidad de Santiago, es investigador del Instituto Thünen de Pesca del Mar Báltico, en la ciudad alemana de Rostock, donde desarrolla nuevas redes más selectivas que reduzcan las capturas accidentales o bycatch. Y no solo las diseña, sino que las pone a prueba como jefe de campaña a bordo de alguno de los tres buques oceanográficos del centro o de barcos comerciales.

A partir de 2019, las flotas europeas se enfrentarán a una auténtica revolución. La nueva normativa prohíbe arrojar al mar las capturas no deseadas, por lo que deberán desembarcar toda la pesca a su llegada a tierra. De ahí la necesidad de mejorar la eficacia de los aparejos y potenciar la colaboración entre científicos y el sector.

"No conozco a ningún pescador, ni aquí ni en Galicia, que no quiera adaptarse a una explotación más sostenible. Pero evidentemente también quieren mantener sus ganancias y son reacios a cambios que no consideren realistas ni eficientes. Mi experiencia me dice que llegar a una confianza por ambas partes requiere de una larga tradición de diálogo. En países como Holanda o Dinamarca son los pescadores los que plantean ideas a los investigadores, pero en Galicia hay que seguir incentivando esa comunicación", reflexiona.

También aboga por que la Administración ayude a los pescadores más comprometidos con este "cambio de paradigma" en la gestión de la pesca. "La nueva legislación europea supone un gran paso y va en la dirección adecuada, pero conseguir una reducción real del bycatch dependerá de cómo se implante. Las flotas que pesquen de manera más selectiva deberían ser bonificadas frente a otras menos dinámicas y tener mejores cuotas", defiende.

Juan, que también trabajó como observador pesquero, se inició en el campo de la selectividad durante su estancia en el IEO de Vigo, entre 2009 y 2012: "Era un ámbito por explorar y tratábamos de implementarlo, pero llegó la crisis, los proyectos se cancelaban masivamente y, ante la incertidumbre, decidí venir a Alemania. Aunque no me considero una víctima. Una de las cosas positivas de la UE es que el mundo laboral es más amplio y siempre quise comandar los cambios en mi vida profesional. Además también es gratificante conseguir un puesto en un centro en el que no te conocen y solo juzgan tus capacidades".

Así que en enero de 2013 llegó a la costa norte alemana -"A un gallego que pasó las borrascas de los 80 este clima no le intimida", bromea- para incorporarse al grupo de tecnologías pesqueras, donde trabajan biólogos e ingenieros de pesca y electrónicos: "Una de las estrategias fundamentales del instituto es el desarrollo de soluciones técnicas para reducir el bycatch. Y lo hacemos todo aquí. Desarrollamos el concepto, hacemos simulaciones por ordenador, fabricamos la solución en una empresa que está al lado y después la probamos en el mar y lo divulgamos. El Báltico se considera un laboratorio en sí mismo por las posibilidades logísticas que ofrece. Se pesca a 15-20-25 metros, con buena visibilidad, lo que permite recuperar buena información multimedia para conocer cómo interactúan los peces con nuestras redes".

Es un campo que requiere gran dinamismo -"Los problemas cambian en pocos años y las soluciones ya no son válidas"-, así como "saber escuchar a los pescadores y conocer el rol del investigador". Entre sus proyectos actuales, Juan comprueba la eficacia de un sistema con dos copos -la parte final del arrastre- para mejorar la selectividad de peces planos y redondos (bacalao) de forma simultánea. También investiga cómo evitar la captura de ejemplares pequeños de camarón en el Mar del Norte o las condiciones bioquímicas que explican por qué unos peces huyen de las redes y otros no. Además también aporta su formación en estadística a estudios de otros grupos sobre cambio climático.

A Juan le encantaría extrapolar sus ideas a la flota gallega. Ya dio el primer paso hace unos años con un proyecto de la cooperativa de armadores vigueses (ARVI) para el que logró movilizar el mayor buque de su centro en el Gran Sol. "Queríamos explorar la dicotomía de cómo reducir las capturas de merluzas pequeñas sin afectar a las de rapante y los resultados fueron muy positivos. Todos estos esfuerzos investigadores tienen un componente pedagógico y demuestran que es posible reducir el bycatch con simples cambios. Sirven de catalizador".

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