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La cantera gallega da la talla por Gaudí

La piedra y la cantería de Galicia están presentes en la construcción del templo de la Sagrada Familia - Dos firmas lucenses aportan granito y maestría a la basílica catalana

Un operario de PCM trabaja en enormes piezas para la Sagrada Familia. // PCM Granitos Moldurados/National Geographic

Como una descomunal construcción de Lego. Así se construye actualmente el templo de la Sagrada Familia, cuya construcción se ha acelerado en los últimos tiempos para terminarla en ocho años, a tiempo para conmemorar el centenario de la muerte de su autor, Antonio Gaudí. Dos empresas gallegas contribuyen decisivamente a este esfuerzo sin precedentes para terminar en 2026 un monumento que visitan en Barcelona 4.5 millones de personas al año. Las dos se encuentran en la provincia de Lugo. Una se encarga de proporcionar granito y la otra, de moldearlo y tallarlo.

La empresa lucense PCM Granitos Moldurados S. L. tiene la responsabilidad de construir el arranque de la torre de Jesús, que cuando esté concluida alcanzará una altura de 172,5 metros y será el edificio más alto del casco urbano de Barcelona. También se encarga de los ventanales del crucero, las cuatro torres de los evangelistas y las ventanas de la sacristía.

Su gerente de producción, Octavio Vázquez Corredoira, destaca en un documental de National Geographic recientemente estrenado que manejan "márgenes de error de cero", algo nunca visto en piedra. El documental de la serie "Megaestructuras", distribuido a 172 países, muestra esta curiosa técnica, que nunca se había utilizado antes en construcciones de esta altura y que, además de acelerar el proceso constructivo, es también una garantía de la perfección milimétrica que requiere una edificación de estas características.

Los bloques de piedra viajan más de 800 kilómetros desde Les Borges Blanques, en Lleida, a Lugo, para ser tallados y mecanizados. Y tienen que encajar al milímetro en las torres, como si de un puzle se tratara. "Cuando nos dijeron que el error era cero pensamos que era imposible", dice el gerente de PCM. Octavio Vázquez iba para arquitecto cuando un verano comenzó a dibujar piezas para un cantero local que ya trabajaba para la Sagrada Familia. Hoy, 23 años después, dirige su propio taller y es el principal proveedor de piedra tallada para el templo de Antonio Gaudí.

Vázquez dice que en su empresa buscan el equilibrio entre la tecnología que utilizan -como el corte con hilo de diamante y control numérico- y la mano del hombre. Esa "imperfección" que consigue el cantero es, dice, su valor añadido. A golpe de punzón -calculan que dan hasta 15.000 golpes al día-, el cantero imprime su sello a la piedra, y es algo tan personal que Octavio Vázquez puede distinguir qué cantero ha tallado cada bloque.

De Montjuic a Lugo

Por su parte, las canteras de Ingemarga, en Guitiriz, Lugo, proveen para la Sagrada Familia 4 millones de toneladas de granito al año, tanto en bruto como en planchón. Por su dureza y oxidación, que le confiere un color parecido a la piedra arenisca de Montjuic que utilizaba Gaudí, este granito gallego resulta ideal para el templo. Al cerrarse las canteras de Montjuic hace décadas, se buscaron piedras por todo el mundo, y se hallaron en Escocia, Inglaterra, Francia, Cantabria y Galicia. Carlos Pérez, encargado de canteras de Ingemarga, destaca en el documental que de los enormes bloques que se extraen en Lugo -moles de unas 400 toneladas- solo se aprovecha un 20%. "Buscamos lo mejor de lo mejor -asegura-. Para nosotros esto representa formar parte de los sueños de Gaudí, algo realmente hermoso que perdurará por los siglos delos siglos", añade.

Los responsables del proyecto de la Sagrada Familia, iniciado en 1882, pretenden que el templo dure milenios, como las pirámides de Egipto. Y para lograrlo recurren a la piedra y a la cantería gallega, un oficio y un arte de talla mundial.

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