Investigadores del Centro de Investigación Botulinum en el Instituto de Ciencias Avanzadas (Estados Unidos) han identificado un compuesto que inhibe la neurotoxina botulínica, el compuesto más tóxico conocido, y que podría usarse como tratamiento para reducir la parálisis inducida por botulismo.

De acuerdo con los hallazgos, publicados en la revista "Applied and Environmental Microbiology", ese compuesto, nitrofenil psoraleno (NPP), consigue inhibir la neurotoxina botulínica, que se considera una posible arma biológica porque no existe un antídoto.

Aunque hay menos de 200 casos de botulismo en todo el mundo, anualmente "cuestan más que los millones de brotes de salmonela que ocurren, lo que hace que el botulismo sea la forma más costosa de intoxicación alimentaria", asegura Bal Ram Singh, PhD, profesor y director del centro.

La toxina botulínica es producida por 'Clostridium botulinum', una bacteria del suelo difícil de matar. Las esporas, por ejemplo, pueden sobrevivir si se hierven. El botulismo se puede adquirir a través de otras vías distintas de la intoxicación por alimentos, como la contaminación de heridas y la colonización de los tractos digestivos de niños y bebés.