"Como educadores que somos, tenemos el poder de cambiar el mundo. Porque son las personas las que producen los cambios, cada uno de nosotros, no los sistemas ni las estructuras. Estamos educando a seres humanos y no programando máquinas, vayamos a lo simple. Lo hemos complicado todo demasiado". El discurso de Richard Gerver, prestigioso experto en educación que ayer cautivó la atención de más de un millar de profesores reunidos en el Auditorio Mar de Vigo en el II Foro de Educación Faro Impulsa, inyectó autoestima y motivación a la profesión docente. "¿Por qué estáis hoy aquí, en fin de semana? Lo pregunto por si alguien pone en duda vuestra pasión", lanzó al público del auditorio este profesor británico, autor de 'Creating Tomorrow's Schools Today' y que recientemente compartió foros con Barack Obama, expresidente de Estados Unidos, o el príncipe Carlos de Inglaterra, a los que trasladó sus preocupaciones sobre la evolución de los sistemas educativos.

"Tras un período de oscuridad viene otro de renacimiento. Si tenemos la sensación de estar en una etapa oscura, tenemos que preparar a los jóvenes para que lideren ese nuevo renacimiento", expresó Gerver, que aludió al poder de los educadores para volver a la luz, en definitiva, "para cambiar el mundo, empezando por la educación". "Después podremos echar la vista atrás y decir, aquí empezó todo y ahora estamos orgullosos", apuntó el experto, que salpicó su 'speech' con continuas anécdotas y vivencias personales, con carcajadas del público como respuesta: "mi hija acaba de hacerse profesora, además de recordarme lo viejo que soy, puedo decir que es el mejor empleo del mundo". "Está en nuestro poder cambiar las cosas, los políticos no lo entienden porque no están frente a los alumnos, mirándoles a los ojos y viendo sus miedos y sus sueños", apuntó.

Para Gerver, enfrentar lo moderno con lo tradicional "es ridículo". "Esta generación no es peor, la tecnología no la ha destruido. Tenemos que confiar en los jóvenes, mirarlos con optimismo", dispuso el profesor y puso un ejemplo: "¿Recuerdan el tiroteo de Parkland, una escuela de Florida en la que fallecieron muchos jóvenes? Los compañeros iniciaron un movimiento en las redes sociales que se llamó 'Never again' ", contó Gerver. "No se rebelaron; utilizaron el sistema para generar una campaña de concienciación global", continuó.

Situó la humanidad como diana: "la educación siempre ha sido y será efectiva si recordamos que lo más importante es desarrollar su humanidad (además de sus conocimientos), así estaremos generando un ser humano excelente". Algo similar acontece con los docentes: "¿Cómo es un buen profesor? ¿El que planifica y prepara muy bien para los exámenes o el que tiene capacidad para conectar con los alumnos a nivel humano, hacer que entiendan y conseguir que se desarrollen?".

Según Richard Gerver, que sacó adelante una escuela británica en la que nadie quería ser director por los pésimos resultados y el mal ambiente que la perseguía, las dos principales tareas como educadores son: "ayudar a los alumnos a que sueñen y a construir la escalera para alcanzar esos sueños y convertirlos en algo factible".También en este apartado puso el ejemplo de una exalumna de su escuela que llegó a la London School of Economics, con una prometedora carrera política: "le dimos la oportunidad de convertir su sueño en aspiración". Y apareció en la conferencia (presentada por Eva Vázquez Lima, periodista de Antena 3 Galicia) la imagen de Barack Obama, en una foto con Gerver: "me contó que durante los ocho años como presidente de EEUU se dio cuenta de que la mayoría de los problemas que había tenido que afrontar no eran técnicos sino humanos; tenían que ver con los celos, la avaricia, la ira, el odio...". Hablaron de que la educación estuvo pensada para el traslado de la población del campo a las fábricas, refiriéndose a la Revolución Industrial. "Pero eso ya no funciona. Ahora debemos desarrollar la integridad del ser humano, que sean creativos, curiosos, colaboradores, que sepan resolver problemas, el espíritu emprendedor, trabajar la inteligencia emocional y cómo cuidar su salud física y mental", destacó el profesor. Se refirió también a una conversación con Barry Barish, Nobel de Física 2017. Este le contó que estaba preocupado por su equipo de investigadores. "Los que se apuntaron para formar parte del mismo todos sabían de Física, era evidente, pero no suficiente. Me dijo que buscaba que no solo hablasen de ciencia: quería que hiciesen preguntas estúpidas, personas creativas porque así es como surgen las cosas nuevas", recordó Gerver y añadió: "esas personas no solo tenían el conocimiento científico, tenían formación artística, desde danza hasta teatro o pintura... es decir, los mejores científicos sabían de arte". Y así introdujo el profesor la necesidad de vincular artes, letras y ciencias. "Es un argumento estúpido que el arte esté por un lado y las ciencias por otro. No podemos seguir hablando de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) como si fuese el único futuro. La ciencia sola no es nada, hay que combinarla con arte y humanidades", describió el profesor. "La capacidad de ser creativo es lo que define a las personas excelentes", proclamó.

Tras ironizar sobre los distintos nombres para pedir "una simple taza de café", por ejemplo, en grandes cadenas comerciales, Gerver instó a "volver a lo sencillo". "Tenemos que cambiar esta locura de que todo tiene que ser complicado para tener valor: relexionad sobre las cosas simples que hace que seáis grandes profesores", pidió al auditorio. Y regresó al pasado, recordando un día de clase con siete años en el que la maestra les propuso dar la clase en el parque porque hacía mucho calor. "Recuerdo el tacto de la hierba, mirando el cielo y el cuento que leía la maestra... debemos dejarles que experimenten, que lo vivan. Si queremos que resuelvan los problemas medioambientales han de estar en contacto con la naturaleza y experimentar", describió.

Cambiar el ambiente y los resultados de la escuela que dirigió le llevó siete años. "Debe hacerse de manera gradual, sin asustar, de manera que a mitad del viaje todas las personas estén involucradas en el cambio y sientan que les pertenece, tanto el alumnado como el profesorado y las familias", aseguró. Y apeló al esfuerzo. "La escuela no es un mundo de piruletas. Aprender es difícil, es tener la valentía de cometer errores y permitirnos tomar riesgos", apuntó el profesor, que citó el conocido proverbio africano: "para educar a un niño hace falta la tribu entera". "No nos olvidemos, como padres, no podemos dejarlo en clase a los 5 años y recogerlo a los 18 ya listo", bromeó, haciendo un llamamiento a la participación de las familias y la sociedad. Y para terminar, aportó otra de sus claves de pensamiento: "Tenemos que pensar cómo vamos a crear una generación de personas jóvenes que sepan gestionarse a sí mismas. Si lo conseguimos será el comienzo de ese nuevo renacimiento".