El Juzgado Penal número 3 de Girona ha condenado por un delito de abandono de familia a unos padres que no llevaron a uno de sus tres hijos al colegio de forma "reiterada" entre los cursos de 2012 y 2016, y les ha impuesto una multa de 1.080 euros.

La sentencia concluye que los progenitores, que alegaron problemas de salud del menor, no cumplieron con la obligación de escolarizar a uno de sus hijos, que actualmente tiene 14 años, durante 4 cursos, y actuaron "con dejación de los deberes legales de asistencia, y en especial, de la obligación de escolarización".