Tras un fin de semana de temperaturas veraniegas, el calor dejó paso en la jornada del lunes a la inestabilidad, que bajó el mercurio en Vigo casi diez grados. Así, si la máxima el domingo fue de 31,5º, ayer se quedó en los 22,7 grados por la presencia de las nubes y los vientos del noreste. El descenso fue generalizado en toda Galicia, donde la máxima fueron los 32,8 grados que marcó la estación de Arnoia (Ourense), que el domingo había alcanzado los 40,3º. Se prevé que hoy el mercurio vuelva a subir en las Rías Baixas, donde la sensación será de bochorno, y bajará en el resto de la región.

Por otra parte, las tormentas que ya el domingo dejaron 285 rayos sobre la comunidad gallega y otros 200 durante la madrugada del lunes regresaron ayer por la tarde y se prevé que continúen a lo largo de la jornada de hoy en la que se esperan chubascos que serán más intensos a partir del mediodía. Mañana no se esperan cambios significativos ya que continuará la inestabilidad con cielos nublados y chubascos ocasionalmente de carácter tormentoso. El jueves la situación comenzará a cambiar y en el sur ya se formarán grandes claros mientras que las nubes y las lluvias todavía continuarán una jornada más en la mitad norte. A partir del viernes Galicia irá recuperando la influencia anticiclónica, por lo que la probabilidad de precipitación irá disminuyendo con el avance de los días al mismo tiempo que las temperaturas regresarán a valores más normales para la época del año.

Pese a que el verano no finalizará oficialmente hasta el 23 de septiembre, el otoño "climatológico" comenzó ya el pasado sábado y según la predicción estacional del portal meteorológico eltiempo.es podría ser "ligeramente" más lluvioso de lo normal en el norte y en el interior nordeste de la península, mientras que las temperaturas podrían ser "algo más frías" en el extremo sur, en el suroeste y en Canarias. Por el contrario, indica que las temperaturas en el extremo nordeste podrían ser más cálidas y suaves que los valores normales.