La localidad pontevedresa de Arbo marcó por segundo día consecutivo -ayer- la máxima de Galicia, al superar los cuarenta grados. Hasta 40.6 º llegaron los termómetros del municipio, según la estación de MeteoGalicia. También en Arnoia, Ourense, se superaron los cuarenta en el termómetro: exactamente 40.3 º había a media tarde. Seguía la situación de calor general en el sur gallego (en las Rías Baixas se rondaron los treinta grados), pero en algunos puntos del centro de la comunidad las nubes ya descargaron por la tarde (en Arzúa, por ejemplo) y hubo "fenómenos tormentosos".

Pero la que será, para muchos, la buena noticia del día llegará por la noche. Tras tres jornadas de madrugadas calurosas con efecto bochorno (las mínimas en Vigo no bajaron la noche del sábado de los 25º), esta noche se podrá dormir más frescos: se prevé que las temperaturas nocturnas rondarán los 20º y no se desacartan los chubascos. De hecho, según prevén meteorólogos, las temperaturas caen diez grados conrespecto a las alcanzadas el fin de semana.

¿Qué está ocurriendo? La mezcla de un anticiclón en superficie y aire frío en altura propiciará una jornada con la atmósfera muy inestable. De este modo, hoy los cielos estarán parcialmente nublados, con chubascos, de intensidad puntualmente fuerte y localmente acompañados de aparato eléctrico, más probables en la mitad este. Las temperaturas mínimas tendrán descensos entre ligeros y moderados, pero las máximas descenderán de forma notable. Los vientos soplarán del noreste, flojos por la mañana, aumentando a moderados por la tarde.

Chubascos y tormentas

Mañana la situación meteorológica en Galicia continuará marcada por la inestabilidad. De este modo ese prevé un día de cielo parcialmente nublado, con algunas lluvias irregularmente repartidas, más probables en el noroeste durante la mañana y de forma algo más generalizada por la tarde y la noche. Las temperaturas sufrirán un nuevo descenso, entre ligero y moderado, por lo que los termómetros marcarán valores propios de la época del año.