Acostumbra a verse por la TVG trabajando con niños a cámara oculta en el ' E agora qué?' o por participar en 'Libro de familia' interpretando a Deli Cebrián. Aún así, su relevancia pública no nació de ser presentadora. Diana Nogueira ganó su notoriedad gracias a haber representado a España en el concurso de belleza 'Miss Universo' de 1999, en el que quedó de tercera y le dieron el título a "mejor cuerpo" del certamen. La viguesa asegura que el concurso le sirvió de trampolín para continuar su carrera, centrada en la moda, la interpretación y la televisión.

- ¿A qué se está dedicando en la actualidad?

-He estado haciendo la secuela de 'Libro de familia' con el personaje de Deli. Continúo también haciendo presentaciones y publicidad.

-Hace poco decía que tenía en mente un nuevo proyecto en una serie. ¿Cómo va?

-Estuve muy volcada con ese proyecto. Era una productora junto a mi marido, pero al final no nos salió. Tengo otros proyectos, sobre todo del mundo de la interpretación, pero a ver si salen.

- Yendo hacia el mundo de la moda, dejó las pasarelas hace unos años. ¿Qué hizo que dejase los pases de modelo?

-Fue de forma natural. La etapa en la que estuve en Madrid desarrollé otros intereses. Nunca abandoné el mundo de la moda, pero sí la etapa de modelo. Cuando fui modelo estaba en mi esplendor físico y ahora tengo 43 años y no es lo mismo. Siempre he intentado compaginar ficción, moda y televisión.

- Desde su participación en 'Miss Universo' en 1999 han cambiado muchas cosas dentro de este mundo. Un ejemplo de ello es lo que pasó en 'Miss America', donde se ha cancelado el pase en bikini y en trajes de fieste, centrándose más en logros personales, el conocimiento o las metas de vida. ¿Qué le parece?

-Al final el concurso de belleza es un concurso como tal. El concurso existe desde la época de mi madre, en la que estaban las misses y las reinas de los pueblos. Es algo muy antiguo y anular ahora la belleza... Parece que se pretende que las misses seamos unas einsteins, que las hay, pero hay gente que simplemente quiere usar el concurso como un trampolín. Son unas medidas que me parecen incluso ridículas. El bikini está ligado a la moda y si lo quitamos me parece que es una contrariedad. ¿Qué hacemos entonces con las revistas y las empresas de lencería? Otra cosa es la gente que no está de acuerdo y no le guste, cosa que me parece totalmente respetable. La belleza no es superficial para nada.

- ¿Por qué la belleza no es algo superficial?

-La belleza es el don que tiene un chico o una chica de ser guapo. ¿Por qué eso tiene que ser infravalorado? Además, el premio es lo de menos, eso se esfuma con el tiempo. Yo me quedo con la experiencia personal. A mí me sirvió como trampolín y escaparate para darme a conocer en mi carrera.

- Muchas de las críticas a estos concursos van dirigidas a la cosificación del cuerpo de la mujer en la sociedad capitalista. ¿Están en lo cierto?

-Es un tema complicado. Hay que enseñar a la sociedad a distinguir. Si hay esos estándares es porque la sociedad los pide y venden. Creo también que la sociedad va hacia un realismo en ese sentido, es decir, gracias a las redes sociales las personas se muestran más como son.

- Sí, pero ahí uno puede jugar con arreglarse antes de subir el contenido y fingir.

-Ya, pero yo creo que se tiende más a mostrarlo tal cual. De hecho, hay actrices que están en contra de los retoques y demás.

- Volviendo a la moda, las influencers están dominando el mercado publicitario. Aunque al final las corporaciones empresariales dominan los patrocinios, ¿está cambiando el rumbo de la moda?

-Sí, la moda se está adaptando a la tecnología y a las nuevas tendencias que hay ahora. Antes no existía esta forma de darse a conocer. Todos tenemos que adaptarnos. Además, ese contenido está dirigido sobre todo a gente joven y ahí las grandes empresas ven la oportunidad del mercado. La moda es un espectáculo más. Es importante saber a quién se sigue y cómo se sigue. Deben aportar buenos valores y la educación en las redes sociales debe implantarse desde ya. Las redes están bien si saben usarse y la juventud debe saber distinguir dentro de ellas.

- En otra entrevista, allá por 2002, aseguraba que "un secreto para la belleza es estar siempre depilada". ¿Sigue pensando igual?

-Es importante estar depilado, pero lo es más la alimentación, hacer ejercicio todos los días, dormir bien... Yo por genética estoy delgada, pero hay que tener en cuenta también el metabolismo de cada uno y que el objetivo sea estar sanos por dentro y por fuera.

- Tanto en el 'E agora qué?' como en un evento organizado por FARO junto a Touriñán ha trabajado junto a niños. ¿Cómo se vuelve el trabajo con los más pequeños?

-A mí me encantan los niños. Tienes que tener una capacidad de reacción muy fuerte. El programa era una cámara oculta y tú piensas que van a ir por una salida y al final hacen lo contrario. Tienen una frescura y una naturalidad de la que deberíamos aprender los adultos.