"A veces compañeros de competición me tratan de usted y me da la risa", bromea Cruces, siempre con el sentido del humor por delante. Este triatleta pontevedrés, nacido en A Coruña, sigue superando sus propias marcas a sus 74 años. En muchas de las competiciones en las que participa es el de mayor edad. "Pero ojo, suelo llegar de la mitad para atrás, por ahí ando. Como suelo decir, soy el que más años tengo pero no el más viejo", vuelve a bromear. Porque para Cruces, la edad es un número. La clave es el espíritu de superación, las ganas y la ilusión.

En la última travesía a nado en la que participó, celebrada este mes en Malpica (A Costa da Morte), demostró de nuevo su capacidad entre 150 nadadores de todas las edades. Diecisiete años los más jóvenes y 74, él mismo, el veterano. En medio, toda una gama de hombres y mujeres de 20, 30, 40, 50 y 60 años enfundados en sus trajes de neopreno. Objetivo: nadar los 4,2 kilómetros que separan las Islas Sisargas, situadas en el Atlántico frente al Cabo San Adrián, y la playa del pueblo de esta localidad de la provincia coruñesa.

Es una travesía en mar abierto que requiere, según sus participantes, un esfuerzo mayor por los vientos y las corrientes que suelen hacer presencia en estas aguas, frías, por cierto, sobre todo a la altura de las islas. El doctor Cruces, dermatólogo de profesión, que continúa en activo en su consulta de Pontevedra, llegó, como él dice, "de la mitad hacia atrás", más allá del puesto 100. Lo hizo con su hijo Manuel Cruces, de 36 años, y su novia, Lyudmyla Chub, de Ucrania, que llegó un poco después. "Yo la hice en una hora y 48 minutos, tengo apuntado. El año pasado no pude ir, el anterior, en 2016, el tiempo fue de una hora y 41 minutos y en 2015: 2,20 horas. Esta última fue la peor, creo que ha sido una de las pruebas más duras a las que me enfrenté nunca. Las condiciones del mar no eran buenas y pensé que tenía que abandonar, de hecho muchos lo hicieron", explica el deportista.

"Hay una zona que separa las islas Sisargas de San Adrián, que llaman 'O Carreiro', y recuerdo estar nadando y nadando sin avanzar por culpa de la corriente, durante una media hora. Ese año fue duro pero lo conseguimos, la terminamos. Es una prueba en la que hay que nadar, no es ninguna broma. Pero es bonita y especial, con toda la gente esperando en la playa y el traslado a las islas en barco con los marineros. La atención y la organización, por parte de Daniel Gambón y su padre, es muy buena", expresa. Cruces también es un incondicional en la Travesía a Nado de Ons-Sanxenxo, de 13 kilómetros, y la de Cíes-Baiona, de 16 kilómetros. "Son distintas, las condiciones del mar son diferentes", apunta.

La natación es solo una parte, una de las pasiones deportivas de este facultativo pontevedrés, que durante 30 años gestionó el área sanitaria dermatológica de Pontevedra. Él es triatleta y también uno de los impulsores de este deporte en la ciudad del Lérez. Realmente empezó a entrenar, en serio, a los 49 años. Pasó por una etapa complicada: en 2005 lo atropellaron y rompió la cadera. Pese al pesimismo de los doctores en la fase de recuperación, Cruces siguió entrenando. Quería seguir haciendo deporte y se convenció de que era posible. Unos años más tarde los resultados le dieron la razón: en 2010 fue subcampeón del mundo de Acuatlón y en 2012 subcampeón del mundo de Triatlón de Larga Distancia.

Mañana participará en el Campeonato de España de Triatlón de Larga Distancia, en Pontevedra, una prueba formada por 3.500 kilómetros a nado, 120 en bicicleta y 30 de carrera a pie. Según sus palabras, entender el propio cuerpo es fundamental. "A estas edades, si entrenas fuerte un día al día siguiente tienes que reposar o ir más suave. En las competiciones, entre los 75 y los 79 años, una diferencia de seis meses en la edad ya se nota en el rendimiento", apunta Cruces.

¿Cuál es el secreto para competir sin límite de edad? "Yo creo que es tener ilusión y ser un poco infantil", explica Manuel, que cuelga todas sus medallas en una simpática muñeca a la que llama Margarita. Recientemente su hijo Antón Cruces elaboró un documental sobre la historia de Manuel, sus retos deportivos y su papel en el desarrollo del Triatlón en Galicia: "Oldman; el último triatleta", lo tituló.