Un total de ochenta Seat 600, pertenecientes a socios de 23 clubes de Galicia y de otras partes de España, como Sevilla, Málaga, Cataluña, País Vasco, Asturias, Castilla y León y Cantabria, participaron en la XXIV Concentración Nacional de Seat 600 organizada por el Club 600 Arcade. Muchos de los conductores están en la zona de las Rías Baixas desde el pasado miércoles; otros, sin embargo, llegaron ayer.

El vehículo más antiguo de los inscritos en la concentración de ayer pertenece precisamente a un socio del club de Arcade, matriculado hace 59 años, mientras que los más nuevos son de principios de los setenta. Los dueños de este modelo de Seat los cuidan con esmero y no suelen tenerlos como piezas de colección, sino que circulan con ellos.

"Pocos vehículos llegan a las concentraciones en remolque. Nos gusta rodarlos", asegura Alfonso Lemos, presidente del Club 600 Arcade, y propietario de un Seat 600 del año 1972, uno de los coches más nuevos de la concentración, ya que este modelo dejó de fabricarse un año después.

Y es que estos vehículos, mimados por sus propietarios, están en óptimas condiciones. Lo demuestra el hecho de que ayer el coche taller puesto a disposición de los participantes de la concentración gallega no hiciera falta. "Quien tiene un 600 lo mantiene y si tiene alguna avería lo repara; es raro que se desprenda de él fácilmente", afirma.

Pero, ¿qué hace tan especial este modelo? Lemos lo tiene claro: "Para muchos fue nuestro primer coche, ese con el que fuimos de luna de miel a Barcelona y con el que volvimos en tren", rememora. Aunque algunos socios sumaron a este otros vehículos. "Hay quien tiene cinco o seis", reconoce Lemos.

Los vehículos salieron ayer del puerto deportivo de Arcade con dirección a Sanxenxo, donde se celebró una comida de confraternidad. "Somos como una gran familia", afirma Lemos.

La próxima cita de los amantes del Seat 600 será dentro de dos semanas en Salamanca y allí estará representada Galicia a través de varios miembros del club de Arcade, el más antiguo de Galicia dedicado a este modelo, que el próximo año cumplirá 25 años.

La concentración de Arcade también es una excusa para hacer turismo por las Rías Baixas, según Lemos. "Muchos repiten desde hace años porque dicen que aquí se come muy bien. Además, aprovechan para visitar la zona y también para visitar Santiago", explica. Viajes que hacen, por supuesto, al volante de este utilitario, con el que las carreteras españolas comenzaron a llenarse de coches por la década de los sesenta.