El próximo viernes 27, y si las condiciones meteorológicas no se oponen, podrá verse el que será el eclipse total lunar más largo del siglo, que será visible en toda Galicia y cuya fase de totalidad, es decir, cuando el satélite está completamente oscurecido, se prolongará casi una hora y cuarenta y cinco minutos. Después de dos años sin eclipses totales de Luna en Europa, podrá volver a verse Luna roja" o "Luna de sangre", y habrá que esperar otros seis meses para repetir la experiencia, en enero de 2019, aunque no tendrá, ni mucho menos, la misma duración.

El eclipse lunar se produce cuando cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, de esta manera se genera una sombra que oscurece a la Luna. El satélite penetra primeramente en el cono de penumbra (fase penumbral) y luego va entrando en el de sombra (fase parcial) para llegar a meterse completamente en este último (fase de totalidad). Posteriormente, siguiendo un proceso inverso, en la segunda parte del proceso, el eclipse va pasando sucesivamente por las mismas fases para terminar saliendo del cono de penumbra.

En la zona occidental de Galicia, la Luna saldrá totalmente eclipsada, es decir, ya en su fase de totalidad, sobre las 21.45 horas. El medio del eclipse será a las 22.22 horas y a partid de ese momento, tendrá lugar la segunda parte del fenómeno. El comienzo de la parte parcial será a las 23.13 horas y el comienzo de la ase penumbral, a las 00.19 horas. El final de eclipse será a las 01.29 horas.

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Durante la fase de totalidad, la Luna no llega a desaparecer del todo, ya que los rayos del Sol tangentes a la Tierra son reflejados por la atmósfera, que se extiende unos 80 kilómetros más allá del diámetro de nuestro planeta, desviándolos y haciéndolos incidir sobre la Luna eclipsada. "Y dependiendo de la cantidad de polvo que tenga la atmósfera en cada momento, las tonalidades de la la Luna pueden variar desde el rojo hasta los ocres", explica el catedrático de Astronomía y director del Observatorio Astronómico Ramón María Aller de la Universidad de Santiago de Compostela (USC).

A diferencia de los eclipses solares, los de Luna son visibles desde cualquier lugar del mundo, una vez que la Luna está sobre el horizonte en el momento del eclipse, y no es necesario adoptar ningún tipo de protección ocular. Se puede contemplar a simple vista. "Como en este caso la Luna va a salir ya eclipsada, quien quiera verla salir tiene que buscar un lugar que tenga el horizonte despejado hacia la zona del sureste", explica Docobo.

La excepcional duración de este eclipse contrasta con el vivido el 4 de abril de 2015, que no llegó ni a los cinco minutos y que es el eclipse lunar más corto del siglo. "La duración se debe, primero, a que el día 27, la luna va a estar en el apogeo [aproximadamente 406.000 kilómetros], o sea, en la zona más lejana de la Tierra y, por lo tanto, el tamaño aparente del disco lunar va a ser el más pequeño posible y al ser el más pequeño posible va a tardar más tiempo en atravesar el cono de sombra. Y por otra parte, va a atravesar el cono de sombra justo por el medio, por lo que tendrá más camino que recorrer", explica el profesor de la USC.

El Observatorio Astronómico Ramón María Aller, dentro de su programa de divulgación "Todocosmos", va a hacer dos observaciones públicas, una desde el paseo marítimo de Silgar (Sanxenxo) y otra desde la cumbre del Pico Sacro (Boqueixón).

Asimismo, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) lo transmitirá en directo desde Namibia a través del canal sky-live.tv. La retransmisión en directo de este eclipse total de Luna se realizará con la colaboración del proyecto europeo "STARS4ALL" y del Observatorio de altas energías HESS, según el IAC.

El eclipse total de Luna del viernes tendrá su máximo centrado en el Océano Índico, según datos proporcionados por la NASA. Desde el África oriental podrá observarse el eclipse en su totalidad, y desde la Europa occidental (España, Portugal, Reino Unido, Francia o Italia) solo podrá observarse la segunda parte del eclipse con la Luna amaneciendo en el horizonte este.