Llevan diez días sin luz solar, sin víveres y con un altísimo grado de humedad en el ambiente. Es fácil de imaginar, pero la presidenta del Club de Montañeiros Celtas, Lourdes Castiñeira, confirma que "es necesaria una enorme entereza para aguantar en un medio tan hostil". Lo único que puede ofrecer cierto alivio al grupo encerrado en Tailandia es que la cavidad en la que se refugia "parece bastante amplia", agrega.

Castiñeira, que elogia el papel que en este caso desempeña el entrenador y el "espíritu de sacrificio" que demuestran los niños, ve muy complicado el rescate: "Salir buceando es complicadísimo incluso para gente muy experimentada; el agua se llena de lodo, no se ve nada y las galerías no son lisas, por lo que resulta muy difícil avanzar".