"Yo soy robada y no he prescrito". Fue el grito indignado de una mujer cuando el doctor Eduardo Vela, acusado del robo de un bebé en 1969, Inés Madrigal, en la clínica madrileña de San Ramón, abandonó la Audiencia Provincial de Madrid tras declarar en el primer juicio sobre estos casos que se celebra en España.

"Yo no sabía más que tema médico", "No recuerdo" y "Esto no es mío". El doctor Eduardo Vela, el primer juzgado por el caso de bebés robados en España, negó así su participación en el robo de Inés Madrigal en la clínica que él dirigía, y que entregara niños en adopción.

Un juicio que se esperaba con expectación y que la defensa del acusado no consiguió que se aplazara a pesar de haber alegado una enfermedad degenerativa de su defendido, ya que un análisis forense determinó que Vela, de 85 años, estaba capacitado para comparecer.

Pese a que el doctor Vela, para quien el fiscal pide 11 años de cárcel por el robo de Inés Madrigal, reconoció durante la fase de instrucción su firma en los documentos de registro de la bebé, en la vista oral que comenzó ayer no lo hizo.

El Ministerio Público considera que Inés Madrigal fue sustraída de su madre biológica y entregada a una mujer estéril (Inés Pérez), a quien Vela le había recomendado fingir un embarazo con cojines.

A diversas preguntas de la fiscal, el ginecólogor reiteró la misma respuesta: "no recuerdo". Y ya cuando le mostraron el parte de nacimiento de Inés Madrigal con su supuesta firma, ha afirmado: "Eso no es mío".

Y cuando fue preguntado por si conocía a Inés Madrigal o a Inés Pérez, la madre adoptiva de la primera, negó con la cabeza y después, con voz casi imperceptible, manifestó: "Yo no he dado ninguna niña a nadie".

Vela necesitó un tiempo para responder a cada pregunta, aunque en la mayoría de las ocasiones se limitó a contestar que no recordaba. Así, no pudo precisar si en la clínica se tramitaban adopciones o quiénes exactamente rellenaban los libros de registro de nacimientos.

De hecho, llegó a mencionar a las asistentes sociales, las matronas o los médicos "si estaban allí cerca". Lo que sí manifestó es que nadie comprobaba si eran correctos los datos de los certificados.

Protocolo

Vela, que se definió como director médico de la clínica, tampoco pudo desvelar si existía un protocolo concreto cuando ingresaba alguna mujer para dar a luz, y no pudo recordar si por ese centro sanitario pasaban monjas, ni las camas con la que contaba ni el personal que trabajaba en él.

También declaró que no se llevó documentos cuando se cerró la clínica y precisó que no sabe dónde han ido a parar. "Han pasado tantos años que yo...", dijo en otro momento del interrogatorio.

Su comparecencia comenzó poco después de que las partes debatieran, a puerta cerrada, las cuestiones previas y la petición de la defensa de anular el juicio por entender que los delitos habían prescrito, lo que no fue atendido por el tribunal, cuya presidenta, María Luisa Aparicio, indicó que este asunto se resolverá en la sentencia.

A las puertas de la Audiencia se concentraron miembros de distintas asociaciones, que aplaudieron la llegada a la sede judicial de Inés Madrigal y abucheado la salida de Vela.

Tras su declaración, compareció en la vista Inés Madrigal, quien relató cómo su madre le contó que era adoptada y que siempre le dijo que Eduardo Vela le había "regalado una niña". Resaltó también que el supuesto "conseguidor", el padre Félix, fue quien medió en la entrega de la niña a Inés Pérez, como siempre le ha contado ésta. Madrigal explicó cómo comenzó a indagar sobre su origen y reconoció que fue "un palo demoledor emocionalmente hablando"

También declaró en el juicio la esposa del doctor Vela, Adela Bermejo, quien negó que ayudara a su marido en la clínica y aseguró que no recordaba haber estado presente en la entrega de ningún niño.