Un recorrido a través de la historia de la ciencia que arranca con el primer microscopio de la historia -cuyo origen se remonta a 1670, ya que fue con el que el científico Leeuwenhoek describió por primera vez los glóbulos rojos, los espermatozoides, los cocos y los bacilos, razón por la que es considerado el padre de la Microbiología y Parasitología- es una de las 'joyas' de la exposición que se expone en el Museo MARCO de Vigo, tras la solicitud de la Unesco.
El propietario, el doctor vigués Tomás Camacho (médico del laboratorio Vithas Lab) relata el periplo del pequeño instrumento, uno de los más antiguos del mundo, por Washington, Londres, París, Dublín o Moscú, antes de exponerse por primera vez en la ciudad olívica, donde estará hasta el próximo 23 de septiembre. El artilugio también ha participado en una muestra de la obra del pintor holandés Vermeer, ya que el autor de "La joven de la perla" era vecino de Leeuwenhoek y este llegó a prestarle unas lentes para pintar.
A esta 'reliquia' científica se suma la muestra en Vigo del libro de Robert Hooke en el que se basó Leeuwenhoek para hacer su propio microscopio; titulado "Micrographia" y que se considera el primer bestseller científico de la historia. Datado en 1665, en la actualidad solo existen unos 200 ejemplares y en nuestro país se trata del único. "Hemos escogido para la exposición de Vigo la hoja en que Robert Hooke analiza el corcho: las trabéculas del corcho le llamaron la atención y le recordaron a las celdas en latín cellula de los monjes", comenta Camacho, que sitúa ahí la primera vez que en la historia se usó la palabra célula.
La exposición se está celebrando en Vigo ya que es una solicitud de la Unesco para la celebración del día internacional de la luz (que fue por primera vez el 16 de mayo) y exhibe una de las mayores colecciones del mundo que consta de 250 objetos. El que pertenece al matrimonio vigués integrado por el médico Tomás Camacho, y la otorrino del Cunqueiro y profesora asociada de la USC Estrella Pallas. Es el único microscopio de Leeuwenhoek autentificado al 100% -solo existen 10 en el mundo-- y gracias a este artilugio de 164 aumentos se llegaron a describir por primera vez los os cocos.
Toda la colección fue restaurada por el vigués Rafael San Marcial, cuyo trabajo fue muy valorado en Harvard y en otras instituciones del mundo. El primer microscopio permitió avanzar a la ciencia, de ahí se empezaron a multiplicar los aumentos al pasar al microscopio óptico, después al electrónico y finalmente gracias al láser se llegó al nanoscopio que permitió ver el átomo, según explica el doctor Camacho.
Catorce premios Nobel le escribieron en relación con el microscopio de Leeuwenhoek, entre ellos el descubridor del nanoscopio de fluorescencia de alta resolución, Stefan Hell, quien aseguró que sin aquel microscopio de 160 aumentos la ciencia nunca hubiera llegado tan lejos.
De los 500 microscopios que pudo haber fabricado el holandés Antony Van Leeuwnhoe en la segunda mitad del siglo XVII, solo diez han sobrevivido, y el valor excepcional del adquirido por el matrimonio vigués reside tanto en su lente de 164 aumentos como en el hecho de haber pasado tres siglos enterrado en los lodos de un antiguo canal de la localidad holandesa de Delft. Es el único que se encuentra en manos privadas y que tiene garantizada al 100% su originalidad frente a las sospechas de plagio que pesan sobre otros ejemplares.