El Parlamento danés aprobó ayer una proposición de ley que prohíbe el uso en lugares públicos de prendas que cubran el rostro, incluidos el burka y el niqab, y castiga las infracciones con sanciones económicas. La ley, aprobada con 75 votos a favor por 30 en contra y que entrará en vigor el 1 de agosto, exime de la prohibición las prendas que tengan "un propósito reconocido", como ropa de invierno, disfraces y máscaras de carnaval o de protección para cierto tipo de trabajos.

La nueva normativa establece multas de 1.000 coronas danesas (134 euros), que a partir de la cuarta infracción se elevan a 10.000 (1.343 euros), pero no incluye penas de cárcel para los reincidentes, como proponía el xenófobo Partido Popular Danés, aliado externo del Gobierno liberal-conservador en minoría.

Serán la policía y los tribunales los que deben determinar si la exhibición de una prenda concreta que cubre el rostro infringe o no la ley, de acuerdo con una normativa que ha estado rodeada por la polémica desde antes de que fuese presentada en febrero.

Otros países como Francia y Austria ya han aprobado con anterioridad normativas similares para prohibir el uso público de ese tipo de prendas.