Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, y el consumo de tabaco y la exposición al humo contribuyen a cerca del 12% de las defunciones por cardiopatías, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recuerda que el tabaquismo causa más de siete millones de defunciones cada año en el mundo, de las cuales, cerca de 900.000 son fumadores pasivos. Por ello, el Día Mundial sin Tabaco, que se conmemora el 31 de mayo, tiene este año el lema "Tabaco y cardiopatías". Con esta campaña, la organización mundial quiere llamar la atención sobre la relación entre el consumo de cigarrillos y las cardiopatías y otras enfermedades cardiovasculares, como el accidente cerebrovascular.
"El tabaco es el principal determinante de sufrir un infarto, que es la primera muerte en varones y la tercera en mujeres, y especialmente entre los pacientes menores de 55 años. Esto es incostestable. Hay pocas cosas que condicionen tanto riesgo y que si se abandonan reporten tanto beneficio. Al año de dejar de fumar. tu riesgo de sufrir un infarto se reduce a la mitad", explica el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Santiago (CHUS), José Ramón González-Juanatey.
En este sentido, Mari Sol Bravo Amaro, cardióloga de la Unidad de Prevención de Riesgo Cardiovascular y Rehabilitación Cardiaca del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, apunta que el tabaco es el responsable del 50% de las muertes en los fumadores, de las cuales la mitad son de causa cardiovascular. "La relación entre tabaco y cardiopatías está claramente establecida. El estudio 'Framingham, de 1961, ya estableció que por cada diez cigarrillos consumidos diarios se producía un incremento del 18% en la mortalidad masculina y de un 31% en la femenina; y el estudio 'Interheart' mostró que el riesgo de tener un infarto en fumadores es casi el triple respecto a los no fumadores, hecho aún más relevante y frecuente en los más jóvenes", afirma la cardióloga clínica.
Aunque este año el Día Mundial sin Tabaco hace hincapié en su relación con las patologías cardiacas, la doctora Bravo da otras muchas razones para dejar de fumar. "Al dejar de fumar reducimos la incidencia no solo de enfermedades cardiovasculares, sino también de múltiples cánceres asociados al tabaco: pulmón, laringe, estómago, colon, vejiga, etcétera, y de enfermedades respiratorias, que son hoy en día las tres principales causas de muerte en España y en Europa", afirma la especialista. "Además de los efectos cardiovasculares, se calcula que en España el tabaco causa 6.000 muertes al año y se considera que es la causa más importante de EPOC [enfermedad pulmonar obstructiva crónica] y cáncer de pulmón", dice.
El consumo de tabaco favorece la aterosclerosis, enfermedad caracterizada por el depósito de sustancias grasas en el interior de las arterias, lo que va reduciendo el calibre de las arterias hasta que se obstruyen por completo y se produce un infarto de miocardio. "El tabaco contiene muchas sustancias tóxicas, aunque la mejor estudiada es la nicotina, que sabemos que se relaciona de forma directa con las enfermedades del corazón y de las arterias", explica el doctor González-Juanatey, para quien el problema con el tabaco es la permisividad. "Aún somos excesivamente permisivos con el tabaco. Más pronto que tarde vamos a asistir a un mundo sin tabaco, aunque mientras seguiremos asistiendo a muertes innecesarias", opina el cardiólogo.
Para los especialistas, la ley antitabaco ha sido un gran avance, manteniendo los lugares de trabajo libres de humo, aunque es necesario ir más allá. "Sería deseable, además, restringir los puntos de venta de tabaco en zonas residenciales, zonas cercanas a escuelas y centros sanitarios; reducir las máquinas expendedoras y facilitar campañas educativas en medios de comunicación para promover espacios sin humo", apunta la doctora Bravo.
Y es que, el tabaco no solo golpea la salud del fumador, también la de las personas que están a su lado. "Con la ley antitabaco en Escocia, los infartos que más se redujeron no fueron tanto en los fumadores, sino en los empleados de hostería. Los más beneficiados fueron los fumadores pasivos. El abandono del tabaco de forma individual sería la mejor medida de salud global y de ahorro de gasto sanitario más eficaz", afirma González-Juanatey.
Mari Sol Bravo Amaro - Caridologa del A. CUNQUEIRO
"Sería deseable restringir los puntos de venta en zonas cercanas a escuelas y centros sanitarios"
José Ramón González-Juanatey - Jefe de cardiología del CHUS
"Veremos un mundo sin tabaco, pero mientras seguiremos asistiendo a muertes innecesarias"
