El vigués Guillermo de Oliveira puso ayer el broche de oro a un periplo de tres años con el estreno en el Festival de Cans de su documental "Sad Hill Unearthed". Dentro del encuentro "Fillas e fillos de Cans", el director avanzó unos minutos de su película sobre cómo fans de todo el mundo se unieron para reconstruir el cementerio donde suceden los últimos minutos del mítico filme "El bueno, el feo y el malo" (1966). El documental se estrenará el 19 de octubre en los cines españoles y podrá verse en Vigo.
-¿Cómo ha ido la presentación en el Festival de Cans?
-Creo que ha gustado mucho. Elegí además un clip muy emocionante porque se ve cómo los voluntarios que han participado en la reconstrucción del cementerio de Sad Hill ven juntos la película original en su cincuenta aniversario. 4.000 personas acudieron a esa proyección y nosotros, antes de que se emitiera la película, les pusimos los mensajes de agradecimiento de personas a las que entrevistamos para el documental: el compositor Ennio Morricone, el cantante de Metallica James Hetfield y el actor Clint Eastwood. Fue muy emocionante. Poder traer aquí, a al lado de casa, mi primera película que ya se ha visto en Japón, Estados Unidos y Argentina.
-¿Contar con Clint Eastwood fue el broche de oro para su documental "Sad Hill Unearthed"?
-Sin duda. Lo ves desde ahora y parece fácil, pero el camino es muy duro. Los diez meses que estuve llamando a Malpaso [productora de Eastwood] para pedir la entrevista... Cuando llevas ocho estás por tirar la toalla pero sigues insistiendo.
-¿Conseguir esta entrevista fue lo más emocionante?
-Para mí lo más emocionante es ver el resultado final en el cementerio de Sad Hill. Aquello que empezó con cuatro frikis y que ha conseguido enganchar a tanta gente y que se perpetúa en el tiempo. Ahora se ha convertido en una atracción turística de la provincia y lo merece porque el sitio es espectacular. Es de una belleza sobrecogedora y ver que de alguna manera hemos contribuido a que eso se haga realidad para mí es la mayor satisfacción del documental, que es un proyecto que ha estado vivo y ha alimentado lo que estaba contando.
-La primera vez que estuvo en Burgos no se esperaba acabar con un documental bajo el brazo.
-Imposible, pensaba en hacer un vídeo para mi canal de Youtube o un corto documental. Tampoco podía imaginar que gente de toda Europa se iba a venir a Burgos los fines de semana para desenterrar lo que quedaba del cementerio y reconstruir el muro, además de colocar las 5.000 cruces. Todo esto se consiguió a través de un crowdfunding en el que cualquier persona del mundo podía apadrinar una tumba. Ahora vas caminando entre las tumbas y ves los nombres de esa gente en las lápidas.
-¿Qué fue lo que le atrajo de esta iniciativa?
-Llegué a esta historia por mitómano. Me encanta ir con fotogramas de las películas a los espacios naturales donde se rodaron y ver cómo se han ido transformando. Por eso, cuando me enteré por la radio de que un grupo de fans de Burgos de "El bueno, el feo y el malo" iban a desenterrar el cementerio quise ir a verlo y grabarlo.
