La historia judicial del cangués José Antonio R. y la moañesa V.A.D. comenzó con su separación hace ocho años por diferencias sobre el reparto de bienes y del tiempo que les corresponde compartir a cada uno con el hijo de ambos. "El padre está sufriendo un calvario", relataba hace más de tres años José Antonio Cid Novoa, abogado del padre del menor, que recalcaba la condición de "gran padre y gran persona" de su cliente, de quien destaca que ha sido víctima de una situación injusta y que ha renunciado a ejercitar por la fuerza el régimen de visitas fijado por el juez, para evitar más daños al niño.

Cid Novoa se propuso "llegar hasta el final" en este asunto, en el que también intervino el Ministerio Fiscal, sosteniendo la acusación contra la mujer, por un delito de desobediencia a la autoridad judicial, y su abogado, por otro de deslealtad profesional.